La joven que quiso emprender para convertirse en profesional
La sanantonina Eliana Rivera tiene una tienda de colets y otros accesorios que le ayuda a generar ingresos para pagar sus estudios universitarios de sicopedagogía.
La sanantonina Eliana Hernández Riveros (25) quiso ayudar a su familia con los gastos universitarios. Se lo propuso y lo puso en marcha.
En 2017 comenzó toda esta aventura, de la cual no se arrepiente en ningún momento.
"Estudio sicopedagogía, estoy en mi último año, a casi un mes de defender mi tesis. Ahí es cuando uno se da cuenta que no fue tan terrible atreverse a emprender. Era joven y tenía muchas preocupaciones, pero lo hice para ayudar a mi familia y sirvió bastante", reconoce Eliana.
Sacrificios
Durante todos los años de estudios universitarios Eliana viajó diariamente a Valparaíso, porque tenía una poderosa y amada razón para volver: su pequeño hijo de cinco años.
Además de los gastos universitarios de rutina, estaban los viajes diarios que, junto con el cansancio que le generaban, no hacían más que causarle preocupaciones.
"Tenía que pagar los dos viajes diarios y además la movilización propia de estar allá en Valparaíso. Sentía que se estaba haciendo muy pesado para mi familia, entonces poco a poco comencé a armar lo que ahora es mi emprendimiento", recuerda.
-¿Cómo partiste?
-Al principio solo vendía colets, que los hacía yo misma con los conocimientos que tenía. Mi mamá es diseñadora de vestuario, entonces con los pedazos de tela que le quedaban empecé a hacerlos y los vendía en la U. Recuerdo que a quien me veía y conocía le ofrecía colets, así fui teniendo los primeros clientes.
La clave para que su emprendimiento Maylen Accesorios perdurara fue, tal como ella asegura, la constancia y la seguridad en sus capacidades y en el proyecto.
Estudios
A medida que su tienda crecía y con mucha organización, Eliana empezó a encontrar en todo lugar una oportunidad para confeccionar sus productos.
Dependiendo de sus horarios en la universidad, podía implicar que tuviera que levantarse entre las 4.30 y las 5 de la mañana.
"A veces en el bus tenía que dormir un poco más, porque para la práctica tenía que estar allá (en Valparaíso) a las 7 de la mañana y eso implicaba que me levantara antes que nunca para alcanzar el primer bus. Otras veces aprovechaba los viajes para avanzar los colets y terminarlos para tener listos y venderlos. Incluso los tiempos libres en la universidad me servían", sostiene.
-¿Fue difícil esa época?
-En algún momento sí, pero yo sabía que podía, era cosa de ponerle empeño. Tenía que compatibilizar los tiempos en la universidad, los viajes -con ellos perdía cuatro horas del día -, los estudios al llegar, la tienda y atender a mi hijo. Pese a todo lo que tenía que hacer, funcionaba bien y rendía en todos los ámbitos.
-¿Cuál fue la clave?
-Yo creo que es real eso de que el que quiere, puede. Muchos me dicen que hago muchas cosas y que no saben cómo lo hago, pero las ganas de superarse y crecer siempre están. Además, mi hijo es mi mayor motivación. Otra cosa que creo muy importante es la organización y tratar de dar lo mejor de uno en todo aspecto.
Otros espacios
Para ir mostrando sus productos a personas fuera de su universidad, empezó a asistir a ferias de emprendedores en Viña del Mar, Valparaíso y en San Antonio, espacios que le servían para seguir expandiendo su tienda, que solo en Instagram (@maylen.accesorios) tiene más de seis mil seguidores.
"Empecé a participar en ferias porque sentía que era bueno para la tienda y para que más gente me conociera. Ahora me estoy preparando para mi próxima feria en el Costanera San Antonio", anuncia.
Con la pandemia, las ventas cambiaron y ahora se concentran mayoritariamente en el envío de sus productos a distintas regiones. "Me siento feliz de haber comenzado en mi primer año de U con toda esta locura que hoy se llama Maylen Accesorios. Estoy a un mes de terminar mi carrera y me siento orgullosa de todo lo que he logrado con mucho esfuerzo y perseverancia. La tienda ha crecido mucho en todos los aspectos y siempre está la iniciativa de ir perfeccionándose para atraer aún más clientes y sorprenderlos con cada uno de nuestros productos".
-¿Por qué el nombre Maylen?
-Maylen proviene del mapudungun y significa mujer poderosa. Cuando tuve que ponerle nombre, me puse a pensar y a investigar, y llegué al nombre. Sentía que tenía mucho que ver con mi personalidad, que es fuerte como para enfrentar todos estos desafíos.
Nuevos productos
Eliana comenzó a trabajar con su madre para ir confeccionando nuevos productos. De esa forma, fueron surgiendo mascarillas, poleras e incluso bolsos para guardar computadores.
"No nos podíamos quedar solo en los colets, así que con mi mamá comenzamos a trabajar juntas para hacer cosas nuevas. Con el tema de la pandemia, lo que más vendemos son las mascarillas. Llegamos a vender cerca de 100 semanales", dice la joven sanantonina.
Tanto fue el impacto que pudo crear una segunda tienda, pero esta vez enfocada al público infantil (@maylenkids.cl).
-¿Qué es lo que caracteriza a tu tienda?
-Ofrecemos productos de calidad, somos súper detallistas en cada producto que realizamos y aseguramos al ciento por ciento cada uno. Creo que esa ha sido una de las ventajas en nuestro emprendimiento, por lo mismo hemos sumado nuevos clientes a nivel nacional. Semana a semana realizamos envíos a distintas regiones de Chile y nos han contactado de un gran número de empresas.
El futuro
Pensando a largo plazo, sobre todo a pocas semanas de defender su tesis, Eliana se proyecta con una tienda física, en la que aún más personas puedan saber de ella y sus productos, pero primero "voy a ejercer mi profesión. Voy a comenzar, en algún momento, a trabajar como sicopedagoga, pero de todos modos continuaré con la tienda, porque me ha dado muchas alegrías en estos años", explica Eliana, quien una vez más cuenta con todo el apoyo de su familia en esta aventura.