La profesora de educación física que se quedó por amor y emprendió con un café
Patricia Reyno es oriunda de Temuco, viajó a San Antonio, se enamoró, se casó y tiene una hija. En la zona comenzó una nueva vida.
Café & Mazapán es una acogedora cafetería ubicada a dos cuadras de la Plaza de Llolleo. Si quiere leer un libro, trabajar, tener una cita, conversar con amigos o disfrutar con su pareja, este rincón este el lugar perfecto para hacer todo eso y, además, disfrutar la experiencia de un buen café y celebrar exquisitos pasteles de la repostería local.
La dueña de este lugar perfecto es Patricia Reyno Hernández (42) que, antes de llegar a vivir a Santo Domingo, trabajaba como profesora de educación física en Valdivia.
"La idea de la cafetería nació en la época que pololeaba con Jaime, en el 2017. Siempre que llegaba de Valdivia en las mañanas, terminábamos tomando desayuno en la Copec, la oferta era poca y como yo soy profesora de educación física, en mi rubro también la oferta laboral es escasa", explica Patricia Reyno, que dejó el sur para vivir en Santo Domingo, luego de conocer y enamorarse del sanantonino Jaime Vega, dueño de Nativo Plagas, con quien tiene una hija, Rafaela, de un año y cuatro meses.
Patricia cuenta que en Valdivia la oferta gastronómica es variada y las cafeterías funcionan desde las ocho de la mañana.
"Nos pareció una buena idea abrir el mercado en la zona, ya que un rico café es algo muy necesario, más que un gusto esporádico es algo cotidiano que impulsa las mañanas y energizan las tardes. Además, de profesora no iba a encontrar trabajo y necesitaba empezar a vivir con Jaime. No era atractivo dejar Valdivia para ser mantenida, así que me atreví, porque él sabe mucho de negocios y me dio la seguridad para emprender", asegura.
La microempresaria agrega que la vida se convirtió en toda una aventura desde que se vino del sur.
"A poco andar quedé embarazada, se abrieron más cafeterías y empecé a cuestionarme la viabilidad de seguir o quedarme en casa y ayudar a Jaime con su negocio, porque con una hija a los 41 años no sabía si sería capaz", reconoce.
Y añade que pensó varias veces en cerrar el café, pero "siempre pasaba algo que me daba esperanza y ánimo".
Luego vino el estallido social con su inseguridad y la pandemia que la obligó a cerrar desde marzo a octubre.
"Mi arrendador me bajó el arriendo y me gané un Sercotec y por eso sobreviví este año. Del futuro solo espero no cerrar e ir mejorando todo, añadir almuerzos saludables e implementar otras recetas de café que tengo guardadas, porque en este rubro uno nunca deja de aprender y la pandemia nos ha golpeado fuertemente", señala.
Especialidad
Un café de especialidad es el de alta gama, de exclusivas variedades y tamaños y preparado profesionalmente.
Patricia Reyno explica que Café & Mazapán es una cafetería de especialidad porque "el café que tenemos es tostado en Chile en un grado medio, muy fresco y de distintos orígenes".
Agrega que "a su vez, se complementa con una variedad de pasteles y sándwiches especiales para la hora del té, jugos naturales, chocolate caliente y una selección de variados tés. Todo en un pequeño ambiente donde puedes disfrutar del intercambio de libros, de ideas, solo, acompañado o en familia".
¿Por qué decidiste vivir en la zona?
-Me vine por amor, porque era más fácil que yo encontrara un trabajo que me gustara a que Jaime empezara de nuevo ya que su empresa está consolidada acá. El clima fue algo muy atractivo también, la cercanía de lugares hermosos, todo me conquistó. Me gustó Llolleo para abrir ahí la cafetería, es un lugar encantador, la gente es amable, relajada y trabajadora, se preocupa que su entorno esté bonito, limpio y seguro.
-¿La pastelería es con recetas sureñas?
-No. Quisimos buscar pasteleros de la zona para potenciar el comercio local, pero sí que estén cerca del sabor del sur y acercarlos a las personas.
Para Patricia Reyno emprender siempre es difícil porque "el sistema no es amable y si no eres ordenado, si no te instruyes en materias económicas, si no tienes el temple para trabajar de sol a sol, si no tienes espaldas suficientes para absorber las pérdidas y aguantar tres años, tu emprendimiento no resultará".