Joven madre pide ayuda para trabajar y mantener a su hija con epilepsia
Antes de cumplir un año, Antonella cayó al vacío desde dos metros de altura, accidente que la dejó con crisis convulsivas que afectan su calidad de vida.
Recientemente Antonella, de tres años, permaneció internada ocho días en Valparaíso producto de las convulsiones que sufrió y que cada cierto tiempo padece como consecuencia de un accidente casero mientras su mamá, Ashley Valdés (20 años), colgaba ropa en el segundo piso de la casa de su padre en Santiago, infraestructura que estaba en construcción.
"Antes de cumplir un año mi hija se cayó de una escalera sin protección, al vacío, directo al cemento. Tuvieron que hacerle una craniectomía descompresiva -extirpación parcial del cráneo para disminuir la hipertensión en el cerebro después de un traumatismo craneoencefálico-", explica la madre, que recuerda que aquel la llevó inconsciente al hospital, con muy mal pronóstico.
Epilepsia
"Luego de la operación, le pusieron una tela de titanio durante un año, mientras esperaba que la llamaran del servicio público para cambiarla por una placa que tiene en su cráneo hasta ahora y que le controlan una vez al año", detalla.
La madre de Antonella cuenta que "me dijeron que mi hija iba a quedar en estado vegetal, que no iba a despertar más. A la semana despertó pidiendo leche, y los médicos y enfermeras no lo podían creer, dijeron que era un milagro. Evolucionó muy bien y ahora no tiene ningún problema, es hasta hiperactiva. Solo quedó con la epilepsia como consecuencia del accidente".
Un TRABAJO
Ashley Valdés y su hija Antonella actualmente viven de allegadas en la casa de su madre, Mircia, mientras la joven madre encuentra un trabajo que le permita solventar los gastos propios de la vida diaria junto a una pequeña de tres años que debe consumir medicamentos de por vida. Aclara que no necesita tratamiento para su hija porque se está atendiendo y va a todos los controles. "Solo espero poder encontrar un trabajo y que alguien me ayude para eso", dice.
"La epilepsia y las convulsiones son la secuela que le dejó la caída. Le pasa cuando se pone nerviosa. Me dijeron que le iba a seguir pasando y difícilmente se va a curar. De por vida tiene que tomar Levetiracetam (medicamento anticonvulsivo utilizado como tratamiento para tipos específicos de epilepsia)", afirma Ashley.
Sin ayuda
Antonella no cuenta con ayuda económica de su padre ni tiene contacto con él. "Nos abandonó cuando ella era muy guagua. Se metió en las drogas y se perdió. Lo que quiero es encontrar un trabajo para mantener a mi hija y para construir una pieza para nosotras en la casa de mi mamá, así que ella podría cuidarla mientras yo trabajo", asegura la joven.
Agrega que su madre y su padrastro "me están ayudando, comenzamos a construir el piso de mi pieza con materiales que ellos tenían. Mi hija el próximo año comienza el jardín y necesito comprar sus medicamentos cuando están agotados en el consultorio. Cuando estuvo internada, viajé todos los días a Valparaíso y mi mamá me tuvo que pasar el dinero para los pasajes de ida y vuelta".
Ashley no terminó la enseñanza básica y espera, algún día poder hacerlo. "Sé que es difícil porque tengo que trabajar para mantener a mi hija y ayudar a mi mamá, pero me gustaría estudiar", señala.
"Por problemas familiares no terminé el colegio, pero mi sueño es poder titularme de enseñanza media, luego estudiar algún oficio y trabajar en eso. Me gustaría instalar mi propio centro de belleza, pero falta mucho para eso", concluye.
El contacto de Ashley Valdés es el +56 9 37859092 para ofrecer trabajo o guiarla en el proceso de nivelación de estudios.
"Me dijeron que mi hija iba a quedar en estado vegetal, que no iba a despertar más. A la semana despertó pidiendo leche, y los médicos y enfermeras no lo podían creer",
Ashley Valdés,, madre de Antonella