Cartageninos se resignaron al retroceso a Transición y esperan avanzar pronto
El comercio no protestó como lo anunció luego de conocer los detalles de la realidad de la pandemia en la comuna.
Luego de conocer el anuncio del retroceso de Cartagena a fase 2 por el explosivo aumento de casos durante el primer mes de 2021, los comerciantes pusieron el grito en el cielo por la medida y dispararon contra todos. Anunciaron protestas y exigían revocar el paso a Transición, medida que mandará a la comuna a cuarentena los fines de semana, un golpe para la actividad turística y gastronómica del balneario.
Con las horas y luego de una reunión entre la Cámara de Comercio y el alcalde Rodrigo García, las quejas bajaron de intensidad y al final de la jornada la resignación se propagó entre el rubro gastronómico y hotelero cartagenino.
"No sabíamos que la situación era tan grave en la comuna con el aumento de los casos, con brotes en una toma en San Sebastián y en una familia en El Turco. Con vecinos internados en la UTI y uno que murió hace unos días", describió ayer la presidenta de la Cámara de Comercio, Adela Córdova.
La dirigenta, en las primeras horas tras el anuncio, acusó al alcalde Rodrigo García de la medida que tomó el Minsal, pero tras el encuentro de la noche del lunes con el edil dijo que "los comerciantes estamos resignados. No sacamos nada con protestar o hacer pancartas, ya no podemos hacer nada. Esperamos en 15 días más salir de esto".
Lo que más preocupa a la comerciante, que tiene el restaurante y residencial Santa María y Fe, es la situación laboral de sus empleados. "No podemos mantener a la misma gente trabajando, tendremos que despedir a algunos. Es una situación que enfrentamos con amargura y tristeza", confesó sobre el golpe que representa no atender un fin de semana en pleno verano.
Resignados
Para los vecinos de Cartagena la medida era necesaria por el aumento de los casos activos de covid-19. De 11 contagios que hubo el 4 de enero, el registro subió a 38, según el último informe epidemiológico.
Aníbal Araneda contó que con los permisos de vacaciones "llegó mucha gente de Santiago, sin restricciones y en las playas la distancia física no existe. Las playas están llenas, la gente sin mascarilla y nadie supervisa. Dejaron la escoba".
Para Víctor Díaz la medida tiene dos miradas. "No me gusta, porque van a bajar las ventas, pero para prevenir los contagios por esa parte es bueno. Como vendo mascarilla, que estuviéramos en fase 3 me servía, porque la gente compraba, ahora va a bajar".
Pilar Zúñiga aprobó el retroceso porque "la gente no entiende, anda sin mascarilla, se acercan al lado de uno y uno cómo va a saber si están o no enfermos. Uno no es adivina. El otro día bajé a la playa con mi cuñado y mi pareja y la playa estaba llena, no se podía ni andar".
Claudio Sepúlveda admitió que el retroceso "es complicado para el comercio. Será malo para algunos. Esto se veía venir y creo que esto pasará en toda la costa", anunció.
Elizabeth Roblero tiene un quiosco frente a la plaza y la medida le traerá un beneficio. "Me van a dejar abrir el quiosco, pero yo no puedo atender por mi edad. Va a venir una hija. Me va a servir, porque voy a aprovechar de descansar el fin de semana", contó.
Nivel central
Los comerciantes de Cartagena acusaban al alcalde de la comuna, Rodrigo García, del retroceso a fase 2. Tras el paso de las horas y de algunas conversaciones, el rubro bajó el tono y comprendió la situación que afecta a la comuna. Ayer el jefe comunal aclaró que el retroceso "es una decisión que se toma a nivel central, los alcaldes no tenemos injerencia". Rodrigo García cree que muchas personas no entendieron la medida y que "de lunes a viernes se puede funcionar de forma prácticamente normal y los fines de semana estaremos en cuarentena, lo que sin duda afecta al comercio. Esperamos salir pronto de esta situación, pero hay cosas que la gente no sabe o no ve sobre la realidad de la enfermedad en la comuna".