Leo Riquelme
Los ministros del Interior, Defensa y Relaciones Exteriores anunciaron ayer en Colchane, Región de Tarapacá, una serie de medidas para enfrentar la crisis migratoria que afecta a la localidad fronteriza con Bolivia.
El jefe de gabinete, Rodrigo Delgado, anunció que hoy saldrá un avión a Colombia y Venezuela con un centenar de extranjeros provenientes de esos países. Once serán expulsados por motivos judiciales y los restantes por estar irregulares.
Su par de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, anunció que impulsarán una campaña comunicacional "intensa" en los países de la región, para difundir la política migratoria chilena. "La medida principal a quienes ingresen irregularmente va a ser la expulsión", advirtió.
"Ningún país del mundo permite el ingreso indiscriminado, sin normas y menos todavía en las condiciones que hoy tenemos en Sudamérica", añadió su par de Defensa, Baldo Prokurica.
Agregó que ayer se comenzó a patrullar esa zona fronteriza con el dron Hermes, que tiene una autonomía de 14 horas y una capacidad de detección a "muchos kilómetros" de personas que intenten entrar.
A ellos se sumarán equipos de visibilidad nocturna, vehículos y otras tecnologías que aportarán la Fuerzas Armadas, que desde la semana pasada pueden ayudar a Carabineros y a la PDI en las pesquisas realizadas en la frontera.
El Gobierno y las policías aseguran que han detectado un alza de bandas dedicadas al tráfico de personas.
Delgado sostuvo que la regularización de la situación fronteriza es "parte de un proceso, que no se puede hacer de la noche a la mañana".
En la comuna de Colchane los vecinos protestaron contra las autoridades, a quienes criticaron por no considerarlos para la solución del problema.
Su alcalde, Javier García, acusó que ni siquiera lo invitaron en sus recorridos ni le avisaron que llegarían. "Una vez más se falta el respeto al pueblo Aymara y también a los chilenos", dijo.