El kinesiólogo que busca promover el deporte y la vida sana entre los jóvenes
Francisco Órbenes se encanta cada día más con su profesión y con su escuela de formación de fútbol, que actualmente mantiene sus actividades suspendidas por la pandemia.
El primer acercamiento de Francisco Órbenes Meléndez (27) con la que se convertiría en su profesión fue a los 14 años.
En ese momento, sufrió una luxación en su codo, lo que requirió de terapia kinesiológica, cosa que nunca antes había hecho.
"Mi hermano mayor, que también es kinesiólogo, había entrado recién ese año a estudiar la carrera y esa lesión me ayudó a entender un poco más de qué se trataba esto. En ese instante no pensé que se convertiría en mi profesión, porque igual era chico", cuenta el sanantonino.
Decisiones
Felipe, el hermano de Francisco, quien finalmente se tituló y actualmente reside y trabaja en Arica, lo trató de acercar a la carrera sin ánimo de imponerle nada.
Más bien, el mayor de los tres hermanos buscaba que estuviera ligado a la vida sana y activa, y que fuera consciente y precavido al hacer deporte para evitar lesiones.
"Siempre, gracias a mi hermano, estuve muy inmerso en el mundo del deporte. Él quería que yo fuera activo, pero que supiera hacerlo y no me lesionara o que tuviera otros problemas de salud. Por esos primeros acercamientos yo ya sabía que iba a estudiar algo relacionado con el deporte", explica.
-¿Tuviste claro desde un principio tus intereses vocacionales?
-Soy un amante y un apasionado del fútbol, entonces esa era como mi área más constante en cuanto al deporte, pero la decisión final la tomé después de mucho indagar y queriendo que una cosa se mezclara o relacionara con lo otro para alcanzar todos mis proyectos.
-Aparte de la influencia de tu hermano, ¿cómo finalmente te das cuenta que la kinesiología era lo tuyo?
-Me di cuenta que esta carrera me podía permitir abarcar más áreas. Me podía dedicar a la rehabilitación kinesiológica relacionada con los deportes, como el fútbol, y crear distintos proyectos. Esas fueron mis mayores motivaciones.
Fútbol
En 2014, Francisco ingresó a la carrera en la Universidad de Las Américas, en Viña del Mar, titulándose en 2020.
Por su pasión y buscando siempre tener una vida ligada al deporte, por mucho tiempo formó parte del club deportivo Gallardo, institución de la que guarda los más gratos recuerdos.
"Siento que le debo mucho al club Gallardo, porque fue ahí donde di mis primeros pasos en el fútbol y donde pude explotar esta pasión. Si buscaba tener una vida activa en cuanto al deporte, ahí lo pude hacer", sostiene.
-¿Tuviste que dejar el fútbol con los estudios y el trabajo?
-Yo creo que uno nunca se desliga del todo de una pasión, pero por los estudios, por el trabajo y todo, ya no estoy participando de forma activa en el club. Jugué la gran mayoría de mi infancia en Gallardo y por lo mismo me siento muy comprometido con ellos.
-¿Jugaste por algún otro club?
-En mi etapa de estudiante de kinesiología comencé a participar en Estrella de Chile. Hacía voluntariado de kinesiología con los mismos chicos que están entrenando y era algo muy gratificante, porque me daba cuenta cómo estaba ligando dos cosas que me encantan.
La escuela
El objetivo de Francisco siempre ha sido el mismo: entregar herramientas a los niños y adolescentes para que puedan practicar deportes y tener una vida sana.
Con ese objetivo, en 2016 abrió una escuela de fútbol en su propio barrio, en el sector Colinas del Mar de la comuna de San Antonio.
"Siempre he vivido en el mismo lugar y por lo mismo creé la escuela en Colinas del Mar. Siento que podemos hacer mucho por los niños. Sacarlos de los posibles vicios que encuentren en sus barrios o que se refugien en el deporte es lo que más me mueve", detalla.
-¿Cómo funciona la escuela?
-Básicamente, la función es preparar niños para que después puedan jugar por Estrella de Chile. Como yo soy kinesiólogo, aparte de la preparación en cuanto al fútbol que les puedo dar, les enseño a trabajar y entrenar, de tal forma que prevengan lesiones que podrían ser perjudiciales en el futuro.
Después de un proceso de preparación, los niños postulan para ingresar al Estrella de Chile o a otros clubes locales.
"Le comenté sobre este proyecto a Eduardo Vera, de Estrella de Chile. Con él trabajamos juntos y por ello los niños entran a ese club. Es más, entre nuestros logros, tenemos a algunos jugadores que ya son parte de San Antonio Unido", añade Francisco.
Por la pandemia y ante la prohibición de reuniones que provoquen aglomeraciones, toda la actividad de la escuela de fútbol se mantiene suspendida.
Nuevo proyecto
Gracias a sus logros académicos, este profesional sanantonino fue invitado recientemente a participar en un proyecto en la comuna de Villa Alemana, al interior de la Quinta Región. Se llama "Reduciendo la brecha digital y el riesgo psicosocial " y es impulsado por la fundación Amuillang.
"Mi rol apunta principalmente a disminuir el sedentarismo y obesidad de forma telemática, además estoy realizando sesiones kinésicas personalizadas de forma remota a pacientes con vulnerabilidad", explica.
Esta iniciativa es parte del concurso "Chile, compromiso de todos 2020", financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
"Nuestro objetivo es apoyar en el fortalecimiento de herramientas y recursos individuales en la comuna de Villa Alemana. A los usuarios se les entregan herramientas en las áreas de tecnología, salud mental y física, a través de talleres de emprendimiento, sicología, kinesiología, terapia de juego y nutrición", agrega.
Crecer
Francisco siente que cada día se enamora más de su profesión y su meta más ambiciosa es abrir un centro de kinesiología en la zona.
"Siento que todas las carreras ligadas al área de la salud tienen mucho que ver con la vocación de querer ayudar al resto, de darles la mejor calidad de vida en distintos ámbitos, y eso también es lo que yo quiero lograr", reconoce.
-¿Entre los planes sigue la escuela de fútbol?
-Hay una realidad en Chile que nadie puede negar y que también se da en San Antonio: la droga, el alcohol y la delincuencia. Entonces, mi gran meta es sacar a los niños de ese ambiente en el que pueden caer y que se refugien en el deporte y la vida activa.
"Siempre, gracias a mi hermano, estuve muy inmerso en el mundo del deporte. Él quería que yo fuera activo, pero que supiera hacerlo y no me lesionara",
Francisco Órbenes
"Siento que podemos hacer mucho por los niños. Sacarlos de los posibles vicios que encuentren en sus barrios o que se refugien en el deporte es lo que más me mueve".
"Siento que todas las carreras ligadas al área de la salud tienen mucho que ver con la vocación de querer ayudar al resto (...), y eso también es lo que yo quiero lograr".