15 años de cárcel para "El Diablo" por asesinar a golpes a un hombre en Cartagena
El crimen de Ramón Luengo Ortiz ocurrió el 18 de octubre de 2018, a dos cuadras de su casa.
Después de dos años y medio de la brutal muerte de Ramón Enrique Luengo Ortiz, la justicia entregó su veredicto y condenó a 15 años y un día de cárcel al culpable del cruel crimen del cartagenino de 36 años.
Ayer en la tarde el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de San Antonio entregó la sentencia para R.O.V.N. (41), conocido como "El Diablo" y quien la semana pasada fue declarado como el único culpable de la violenta muerte del padre de una pequeña niña de cuatro años.
La terna de jueces del TOP, integrada por los magistrados Sebastián Báez (presidente), Catalina Lagos y Mauricio Aguilar, condenó al autor del homicidio calificado de "Ramoncito" -como era conocido por su círculo más cercano- a esta severa pena de cárcel.
El Ministerio Público solicitó la pena de presidio perpetuo en la causa que llevó la fiscal Karina Franco.
El culpable arriesgaba un tiempo en prisión que iba de los 10 años hasta la cadena perpetua, por las características del horrendo crimen.
La persecutora expuso en el juicio, que se desarrolló la semana pasada, y que determinó la culpabilidad de "El Diablo" que el acusado le propinó múltiples puñaladas a Ramón Luengo, incluso en la cara, y con un objeto contundente le ocasionó varias fracturas, para luego dejarlo botado en la calle, agonizando hasta que una persona lo encontró.
Los hechos
De acuerdo a la investigación, el 18 de octubre de 2018 la víctima concurrió a un prostíbulo clandestino ubicado cerca del terminal de buses de Cartagena.
En este lugar coincidió con "El Diablo", quien festejaba su cumpleaños 38 en compañía de las trabajadoras del establecimiento y un profuso cóctel de alcohol y drogas.
Testigos de los hechos y quienes declararon bajo protección del Ministerio Púbico, pues temen represalias del círculo cercano del condenado, relataron los sucesos que terminaron con la muerte de Ramón Luengo.
Según estos testimonios y la investigación policial, se determinó que "El Diablo" portaba un arma blanca y tras consumir sustancias ilícitas se enfrascó en una discusión con quien más tarde se convertiría en su víctima. Lo acusaba de ser "patas negras". De las recriminaciones pasó a los golpes, pues se abalanzó sobre Luengo Ortiz para agredirlo.
Los regentes del local expulsaron a ambos hombres, pero esto no interrumpió la gresca, ya que en la calle el agresor siguió golpeando a "Ramoncito" por varios minutos.
Después de la golpiza, el condenado dejó abandonado en la calle a Ramón Luengo e incluso una de las testigos del caso relató que el victimario le solicitó alojamiento para esconderse, pues estaba convencido que había matado al joven cartagenino.
Pero "Ramoncito" no había muerto aún, agonizaba tendido en la calle Ignacio Carrera Pinto, a solo dos cuadras de su casa de la población José Arellano. En la madrugada, cuando el sol despuntaba, un transeúnte encontró al joven padre botado, herido, semiinconsciente y con su cuerpo cubierto de sangre por la brutal golpiza recibida.
Quien lo encontró pensó que era víctima de un atropello. Solicitó ayuda y Ramón Luengo fue trasladado al hospital en estado crítico, producto del ensañamiento de "El Diablo" en la golpiza.
En el recinto asistencial el diagnóstico fue estremecedor: politraumatismo severo, traumatismo craneano encefálico severo, traumatismo torácico bilateral, traumatismo de la columna vertebral lumbar, traumatismo facial y nasal, heridas punzocortantes de cuero cabelludo, cuello, tronco y extremidades y neumonía bilateral atribuible a aspiración de contenido gástrico durante la inconsciencia.
Luego de un día de agonía, falleció. Después de dos años y 7 meses del crimen, la justicia entregó su fallo en contra del autor del brutal homicidio.
Fiscal
La fiscal del caso, Karina Franco, se refirió al veredicto del TOP de San Antonio.
La persecutora explicó que "en audiencia de lectura de sentencia el Tribunal de Juicio Oral en Lo Pena de San Antonio decidió condenar al imputado por el delito de homicidio calificado, con la agravante de ensañamiento, a la pena de 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo".
La fiscalía solicitaba presidio perpetuo, que tiene como tiempo mínimo 20 años de cárcel para el culpable.
18 de octubre de 2018 ocurrió el homicidio de Ramón Luengo en Cartagena.