"Coleros" revelan el duro impacto que ha tenido la cuarentena en los bolsillos
Muchas personas han encontrado en las ferias libres un espacio para vender cualquier producto que las ayude a enfrentar la pandemia.
Gonzalo Valdés (35) es oriundo de la localidad de San Juan, lugar donde vive junto a su esposa y a sus dos pequeñas hijas. En la actualidad se desempeña como trabajador independiente en el rubro de la tecnología, en todo lo referido a instalación de cámaras y equipos de seguridad.
Este sanjuanino reconoce que la cuarentena ha golpeado fuerte en su bolsillo debido, principalmente, a las restricciones sanitarias. "Nos ha afectado bastante en realidad", confiesa Valdés, quien agrega que "los clientes llaman menos. Incluso algunos han dicho que les da miedo que vaya gente a sus casas por el tema de los contagios".
Para contrarrestar la caída de sus ingresos, este emprendedor se convirtió en un "colero". Cada sábado concurre a la feria libre de Tejas Verdes, donde vende juguetes y artículos de tecnología. "Es que si no hay dinero, uno tiene que salir a buscarlo. Desgraciadamente los recursos que entrega el Gobierno no son suficientes y como las cosas suben a cada instante, uno debe buscar otras maneras de seguir trabajando", detalla Valdés.
"A mí la cuarentena me ha afectado mucho en cuanto a trabajo. Antes la situación no era tan crítica, pero con el aumento de contagios todo se complicó para nosotros", afirma.
Carlos Valdivia (50) es otro de los "coleros" que cada fin de semana llega a la feria de Tejas Verdes con la esperanza de tener una buena jornada para regresar con recursos a su hogar.
"Yo antes trabajaba en la locomoción colectiva. Estuve 23 años en ese rubro, sin embargo, lo dejé debido a que bajaron mucho los pasajeros. Después vino esta pandemia que al final hizo que la situación se complicara aún más", comenta Valdivia, quien tiene un pequeño puesto en la feria donde vende herramientas para carpintería.
"Uno viene aquí (feria) tratando de vender lo poco que tiene para conseguir algo de dinero. De lo contrario, uno se muere de hambre", afirma.
-¿Cómo ha podido trabajar durante la cuarentena?
-Porque teníamos cosas guardadas. Como hay cuarentena, no hay muchas ferias en donde se puedan comprar artículos. En eso creo que hay que estar agradecidos.
Carlos Valdivia asegura que "al final la cuarentena lo único que ha generado es el doble de desempleo. Si uno recorre otras ferias, va encontrar que muchas personas están vendiendo cosas debido a que no encuentran trabajo. En ese sentido yo creo que el Gobierno debería ponerse los pantalones y ayudar a la gente".
No alcanza
A sus 60 años, Carlos Álvarez también puso sus ojos en las ferias libres porque su pensión de 180 mil pesos no le alcanzaba para cubrir todos sus gastos.
"Antes trabajaba como empleado público y ahora llevo 10 años vendiendo zapatillas. Si no siguiera trabajando, me moriría de hambre", cuenta Álvarez, quien agradece a Dios porque "aún me la fuerza para continuar laborando, pese a que el panorama es complejo".
"En medio de la pandemia hay mucha gente desesperada tratando de buscar trabajo o vendiendo cualquier cosa", señala Álvarez.
Marisol Espinoza (46) es del sector Alto Mirador y también ha tenido que hacer malabares para subsistir con tanta cuarentena.
"He trabajado durante 15 años vendiendo ropa y puedo decir que los clientes han bajado mucho. Sin embargo, uno tiene que seguir luchando. Los bonos si bien ayudan, no han sido suficientes. Es que todo ha subido, la luz, el agua y el gas".
"Esto (trabajar en la feria) uno lo hace por necesidad y no por gusto. Si tuviera para quedarme en la casa, no vendría a exponerme a un contagio. Por algo uno debe seguir. Este es el único trabajo que tengo", concluye.
"Uno viene aquí (feria) tratando de vender lo poco que tiene para conseguir algo de dinero. De lo contrario, uno se muere de hambre",
Carlos Valdivia