Funcionaria de la salud emprendió para combatir el estrés de la pandemia
Miryam Ortiz es técnico en enfermería y en diciembre pasado sufrió un trastorno del sueño y crisis de pánico, por lo que está con licencia. Como terapia y para generar ingresos, volcó toda su creatividad en un emprendimiento.
Probablemente, Miryam Ortiz Silva (31) nunca pensó que tendría que enfrentarse a una pandemia de nivel mundial ni que el cansancio y las preocupaciones le traerían consecuencias.
Está casada desde 2013 y antes de la emergencia sanitaria se convirtió en madre. "Soy tens (Técnico en Enfermería de Nivel Superior) y trabajo en el hospital Claudio Vicuña. Por el tema de la maternidad, postergué un poco el regreso a mis labores y lo hice cuando mi hijo tenía 10 meses, que fue en plena pandemia", cuenta Miryam.
Volver a trabajar
Desde que retornó a su trabajo luego de tener a su bebé, se desempeñó en el área de pacientes covid, lo que implicó que sus jornadas laborales se extendieran muchas veces más allá del horario establecido.
"Creo que lo que más complicado era lo incierto de todo el panorama. Un día sabíamos algo del virus y unos días después ya había un nuevo antecedente distinto. Eso fue lo más complejo, al igual que la incertidumbre que reinaba en todos los trabajadores", recuerda.
-¿Tuvo miedo de volver a trabajar?
-La verdad, pese a todo esto que menciono de la incertidumbre que existía, nunca tuve realmente miedo de contagiarme o de contagiar a mi marido y a mi hijo al llegar a la casa. No sé por qué habrá sido, pero no tuve grandes miedos.
-¿Cómo estaba la red de salud para enfrentar una pandemia de estas características?
-Yo creo que no estábamos preparados ni como comuna ni como país. En realidad ningún país estaba preparado porque nadie se había enfrentado a algo de esta magnitud.
Miryam asegura que en los últimos meses la población en general "se ha confiado mucho y eso juega en contra para el control de la pandemia. Por eso se empezaron a ver los rebrotes y volvieron las cuarentenas en muchos lugares. La gente no está ayudando al personal de salud a combatir el covid-19".
Conciencia
Desde su mirada como funcionaria de la salud, manifiesta que evidentemente el encierro va deteriorando la calidad de vida y la salud mental de las personas que han permanecido largos periodos sin salir a la calle.
"El problema es que la gente no toma conciencia. Por ejemplo, en el supermercado veo a familias completas haciendo las compras, y eso que estamos en cuarentena. Entiendo que quizás la gente está aburrida con el encierro, pero si no se adoptan las medidas preventivas, la pandemia no va a parar y eso es lo que no queremos", advierte.
-¿Cree que ha existido un cambio de mentalidad en la población a medida que ha transcurrido la pandemia?
-Para nada, la gente no ha cambiado, sigue igual de descuidada y eso hace pensar que las cosas no van a mejorar. El personal de salud está cansado y agotado, pero la gente no toma en consideración esas cosas, porque nadie se preocupa del resto.
Las crisis
Mientras Miryam seguía dando lo mejor de sí en el hospital para luchar contra la crisis sanitaria, a su marido le suspendieron el contrato tras el cierre obligado del mall Arauco San Antonio, donde trabajaba.
Al principio pudieron subsistir con los fondos del seguro de cesantía, pero sabían que estos no serían eternos y que debían buscar otra fórmula para mantener su casa en el sector Colinas del Mar y también a su hijo.
"Los turnos por este tema de la pandemia se hicieron más extensos e intensos, porque no dábamos abasto como personal. Aparte, como mi esposo tenía su contrato suspendido, comencé a tomar más turnos y ahí todo se me complicó", confiesa.
-¿Por qué?
-Estaba muy cansada y estresada, porque, además, después del trabajo, al llegar a mi casa, tenía que seguir siendo mamá y a veces cuando yo llegaba a dormir él estaba despertando, entonces comencé con un trastorno del sueño. El exceso del trabajo me pasó la cuenta.
En diciembre pasado sus problemas de estrés se agudizaron, a lo que se sumó su trastorno del sueño. "Los días que tenía suerte dormía unas tres o cuatro horas, pese a que estaba cansada por todo lo que trabajaba, pero la mente tiene mucho poder".
Al notar que el asunto no se solucionaba, tuvo que buscar ayuda profesional. "Comencé a ir al sicólogo porque sentía que ya era mucho, y efectivamente tenía un trastorno del sueño y estaba sufriendo muchas crisis de pánico. Estoy con licencias siquiátricas desde diciembre por todo esto".
Buscar distracciones
Cuando empezó con las licencias, su sicólogo le recomendó que buscara alguna distracción que le generara cierto cansancio, para que pudiera dormir más y mejor.
Miryam siempre ha sido muy buena para las manualidades y también muy creativa, por lo que compró una máquina de coser básica y con unas telas que tenía, comenzó a confeccionar algunos accesorios.
"Me hice unos cintillos y unos pinches para el pelo, porque siempre me han gustado y como nunca había hecho, me demoraba al principio, pero me despejaba inmensamente, por lo que comenzó a surtir efecto, hacía cosas, me despejaba y después podía descansar", acota.
-¿Cómo se siente ahora que han pasado los meses?
-Muy bien, siento que pude encontrar la forma de irme ayudando. No niego que aún tengo preocupaciones, porque mi esposo continúa en la misma situación con su empleo, y yo ahora estoy con licencia, pero por lo mismo busqué solucionar todo de una forma en la que no me estresara.
"creados con amor"
Tras confeccionar sus primeros accesorios, los empezó a regalar entre sus amigos y familiares. Así comenzaron a llegar las ventas.
"Después de un tiempo comencé a hacer colets, cuellos, bandanas y otras cosas, porque la gente empezó a hacerme pedidos y con mi marido pensamos que este podía el ingreso extra que necesitábamos y, de la misma forma, una terapia para mí", comenta.
El emprendimiento empezó a crecer. De hecho, pasaron de comprar telas estampadas a estampar ellos mismos. "La máquina de coser pequeña y casi de juguete quedó atrás y compramos una más profesional, incorporamos más cosas y en febrero de este año nos lanzamos con el emprendimiento "Creados con Amor". La gente nos puede encontrar en Instagram y Facebook con ese mismo nombre", agrega.
-¿Volverá a su trabajo en el hospital?
-Eso nunca lo he descartado. Cuando me digan que debo volver, lo haré, y siento que lo voy a hacer súper recuperada y con muchas más ganas porque no dejaría esto que hemos creado, para nada, pero también quiero volver a ejercer mi profesión.
El esposo de Miryam fue un factor importante para atreverse en este paso que están dando como familia. Él la ayuda con las entregas que se realizan en su domicilio y a veces con delivery.
"Cuando Miryam quiso crear este emprendimiento, siempre supo que le iría bien, pero ha sido mucho más de lo que esperábamos. Estoy muy orgulloso de ella, ya que se vienen nuevos proyectos para hacer crecer su pyme y ahí estaremos con Mateo apoyándola siempre en lo que necesite porque se lo merece", expone su esposo, Julio Pulgar.
"Creo que lo que más complicado era lo incierto de todo el panorama. Un día sabíamos algo del virus y unos días después ya había un nuevo antecedente distinto",
Miryam Ortiz
"La gente no ha cambiado, sigue igual de descuidada y eso hace pensar que las cosas no van a mejorar. El personal de salud está cansado y agotado, pero la gente no toma en consideración esas cosas",
Miryam Ortiz