La sicóloga viajera que ayuda a los sanantoninos a superar los problemas de la pandemia
Tras vivir en Buenos Aires y Europa, Consuelo León se instaló en su casa familiar de Santo Domingo, desde donde ha podido atender a muchas personas que han sufrido trastornos de salud mental en el último tiempo.
Un largo camino ha recorrido la sicóloga Consuelo León Camus (50) para ayudar en el cuidado de la salud mental y enfrentar los problemas que muchas personas sufren hoy producto de la pandemia del coronavirus.
Nacida y criada en Santiago, pero radicada desde 2019 en la comuna de Santo Domingo, asegura que la preocupación por la salud mental ha aumentado considerablemente en los últimos años en comparación a la época en que ella comenzó a ejercer su profesión. "La gente ahora se preocupa más. Eso no lo podemos negar, pero es súper lamentable que la gente tomara conciencia solo después del estallido social y la pandemia. En todo caso, agradezco que lo hicieran, pero algunas personas tardaron mucho tiempo", detalla la profesional.
-¿Existen aún miedos o prejuicios a la hora de asistir a un sicólogo?
-De todas maneras. Eso se da mucho entre la gente más adulta, porque aún existe un estigma en cierta parte de la población de que quienes van a terapia son personas que están locas, que son exageradas o que no enfrentan los problemas. Con eso hay que acabar de una vez por todas.
Alma viajera
Consuelo León confiesa que tiene un alma viajera que la ha llevado a conocer distintos lugares del mundo. De hecho, su idea original no era radicarse en estos momentos en Santo Domingo, pero el destino le tenía deparada una sorpresa.
"Si bien yo nací y fui criada en Santiago, cuando era muy chica nos fuimos a vivir algunos años a Venezuela con mis papás. Yo soy hija única, y desde esa experiencia siento que me he nutrido mucho con otras culturas y costumbres", cuenta.
-¿En qué otro aspecto cree que le ha servido esa experiencia en el extranjero?
-Yo creo que, en gran medida, por ese primer gran viaje he sido muy buena para viajar. Después estudié sicología en Santiago y comencé a ejercer, pero esta experiencia y el haber seguido viajando me convirtieron en una relatora de experiencias y me sirvieron para enriquecer mi profesión.
En 2014 Consuelo empezó otra gran aventura. Ese año se fue a vivir a Buenos Aires para ejercer su carrera en una empresa privada. Ese desafío laboral se extendió hasta 2019, cuando sintió que era el momento de darle otro rumbo a su vida. "Me apasiona mi carrera, muchísimo, pero llevaba una vida entera trabajando. Entonces, me puse a pensar que la verdad nunca me había tomado un tiempo para mí o para disfrutar de otras cosas que también me gustan", sostiene.
-¿Ahí decidió dejar Buenos Aires?
-Me tomé una especie de año sabático y después de eso pretendía comenzar a buscar trabajo, pero en Chile porque ya había estado mucho tiempo lejos de mi tierra.
Retorno
Durante el ejercicio de su profesión, Consuelo se ha especializado en trastornos del ánimo y ansiedad, enfocándose en el área cognitiva conductual.
"Con el paso de los años y luego de recorrer tantos lugares, me he dado cuenta de que las emociones y los sentimientos son transversales en cualquier lugar del planeta. Se llora y se ríe por las mismas cosas, y eso nos va dando un entendimiento mayor de lo que es el ser humano", manifiesta la sicóloga, que durante ese año sabático estuvo viviendo en España junto a algunos amigos.
-¿Cómo fue esa experiencia en Europa?
-Fue algo indescriptible, la verdad. Nunca pensé que me nutriría tanto para el futuro y para enfrentar el tema de la pandemia. Pude recorrer distintos países, que quizás en algún momento no pensé que conocería, y de cierta forma eso me recargó de energías para el proyecto que tengo ahora.
Su periplo por el viejo continente comenzó a expirar casi justo con el inicio del estallido social en Chile, a fines de 2019. Justo en esos meses había vencido su visa de turista y sabía que tenía que regresar al país. "Me puse a pensar qué haría en Chile, sabiendo que sería muy difícil encontrar trabajo así como estaba la situación con el estallido. Pero ya había tomado la decisión de venirme, y le pregunté a mi mamá si me podía venir a vivir a la casa de veraneo que tienen en Santo Domingo".
Al poco tiempo ya estaba instalada en la residencia de su familia en la comuna parque, donde ha permanecido hasta ahora.
"Estaba terminando el 2019 y todavía había muchas manifestaciones. Entonces, pensé en tomarme un tiempo para organizarme y que en el verano comenzaría a buscar trabajo aquí, en Santiago u otra ciudad, pero llegó la pandemia y los planes de nuevo cambiaron", admite entre risas.
Nueva experiencia
Los meses de confinamiento avanzaban y la incertidumbre de la gente comenzó a aumentar. Consuelo notó que cada vez eran más las personas que consultaban en redes sociales por atenciones sicológicas.
"Mucha gente se estaba reinventando y apuntando a nuevos rumbos, y comenzaron a aparecer cursos online de distintas temáticas, y empecé a aprovechar el tiempo en eso. El tema del empoderamiento femenino y equidad de género me gusta mucho y por lo mismo hice algunos cursos dictados por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género Sernameg (Sernameg)", comenta.
Consuelo ya había decido reinventarse, al igual que miles de chilenos, para afrontar la crisis. Empezó a promocionar sus servicios profesionales en distintas páginas de Instagram y prontamente comenzaron a contactarla.
"Me he encontrado con muchas realidades, pero el principal problema de la gente es la ansiedad. Muchas personas han desarrollado depresión y otros trastornos adaptativos relacionados con esta nueva realidad que enfrentamos. Creo que la gente ha confiado en mí y yo los he podido ayudar lo que más puedo", expone.
Consuelo atiende a personas de todo Chile por videollamadas, que es uno de los beneficios que, según ella, ha traído la pandemia. En este tiempo en la zona, se ha dado cuenta que los sanantoninos se han comenzado a preocupar por su salud mental y a comprender los positivos efectos que puede tener un tratamiento sicológico.
"Creo que esta emergencia ha sido una situación compleja para todos, y en la gente ha aflorado la violencia y la agresividad para enfrentar el día a día. Hay que ser conscientes de que una mente sana permite evitar muchas otras enfermedades", recalca.
-¿Cuáles son los mayores miedos que la gente está enfrentando en esta pandemia?
-La cesantía y que este estilo de vida sea el definitivo. Esos son los primeros, porque esos son miedos al cambio. Por ejemplo, que nos enfermemos y tengamos una licencia causa miedo porque no sabemos si después nos despedirán o si nos pagarán, y ahí comienzan a aparecer la ansiedad, el estrés y todo lo demás.
"Con el paso de los años y luego de recorrer tantos lugares, me he dado cuenta de que las emociones y los sentimientos son transversales en cualquier lugar del planeta",
Consuelo León
"El principal problema de la gente es la ansiedad. Muchas personas han desarrollado depresión y otros trastornos adaptativos".