Talentosa joven sanantonina emprende a través de la repostería y los tejidos a crochet
Génesis Martínez siempre se ha caracterizado por su ímpetu para salir adelante. Hace pocos años comenzó vendiendo dulces que ella misma hacía en su colegio. Hoy potencia este talento con la confección de amigurumis.
Génesis Belén Martínez Ramírez es una joven sanantonina de 21 años que siempre ha tenido espíritu de emprendedora. Recuerda que desde niña ha querido tener su propio dinero y que ha querido potenciar sus fortalezas.
Cuando tenía tan solo 15 años empezó a vender sus propios dulces, hechos por ella, en su colegio. Primero vendía alfajores y de a poco quiso innovar. Un día probó las nueces rellenas con ganache de chocolate y se le ocurrió hacer choconueces rellenas con manjar. Hasta que un día viendo internet vio que se podían hacer prestigios caseros y empezó a elaborarlos.
Sus compañeros del Instituto Bicentenario José Miguel Carrera eran sus clientes, junto a sus familiares. Génesis cuenta que: "Primero vendía por unidad pero luego comenzó a gustar tanto que me di cuenta que necesitaba vender en bandeja".
Al poco andar los clientes comenzaron a crecer gracias a la ayuda de su padre que dio a conocer las delicias de Génesis a sus compañeros de trabajo.
Además tejedora
Cuando salió del colegio estudió comercio exterior y decidió enfocarse al 100% en sus estudios. Por dos años dejó la repostería absolutamente de lado y declara que: "pasaron volando".
Durante su práctica laboral retomó la cocina y se dio a conocer con sus compañeros de trabajo. Recuerda que tuvo varios encargos para el 14 de febrero y que ese impulso la ayudó a decidir y retomar el gusto por su emprendimiento. "En ese momento dije le tengo que poner un nombre al negocio", cuenta.
-¿Y qué nombre elegiste?
-Elegir el nombre para mi emprendimiento fue complicado, me costó demasiado pero fue un día en una reunión familiar donde pedí opiniones y fue mi papá quien me hizo darme cuenta que la respuesta la tenía frente a mis ojos. Mi emprendimiento se llama Chiquiliki (IG: @@_chiquiliki_), un apodo cariñoso que desde pequeña tengo gracias a mi papá.
-¿Solamente ofreces dulces?
-No. Vendo dulces hechos por mí pero además incluyo el maravilloso mundo del tejido a crochet. Realizo principalmente amigurumis, pero igual a veces me hacen pedidos de accesorios, prendas de vestir, cubrecamas, entre otras cosas.
-¿Cómo aprendiste a tejer?
-En el mundo del tejido desde pequeña fui guiada por mi abuela materna, Elena, quien me enseñó a tejer a palillos cuando yo tenía 7 años. Después en el colegio me especialicé más y luego descubrí el mundo del crochet que hasta ahora es mi fuerte.
-¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
-A mí me encantan los detalles de todo tipo en todo ámbito y lo que más disfruto de mi emprendimiento es eso. Realizar detalles en cada dulce que hago y en cada tejido.
Este emprendimiento está enfocado en productos 100% realizados a mano. "Por eso cada pedido que realizo necesita toda mi atención, dedicación y cariño", explica Génesis.
-¿Qué es lo más difícil?
-Lo más difícil de lo que hago es la falta de tiempo. Me cuesta decir no a las personas que necesitan un pedido, trato de darles respuestas y soluciones. Cada trabajo tiene un proceso único, en especial los tejidos. Cuando estoy con mucha demanda tengo a mi fiel compañera que es mi mamá que dentro de lo que puede me brinda siempre su ayuda.
Compatibilizando dos mundos
Por estos días Génesis trabaja como operativa documental en STI. Hace turno desde las 8.00 a las 15.30 horas. Luego de eso se dedica al emprendimiento. En este cargo gestiona y controla flujos de documentación.
Ella explica que "soy la intermediaria entre un agente de aduana y un transporte. Entrego la documentación para que ingrese al puerto a cargar". Y agrega que "llevo una vida muy dinámica haciendo la cosas que me gustan y apasionan".
-¿Te costó emprender?
-La verdad es que me costó un poco atreverme y dar el paso pero desde el momento cero he tenido un apoyo incondicional de mi familia, mis papás Berenice y Alexis, mi hermano Jeremy y mi pololo Rodrigo. Ellos fueron y han sido hasta el día de hoy muy importantes en cada paso que doy. Cada vez que necesito la motivación y consejo ellos están para mí.
A ella se le hincha el corazón al ver las reacciones de las personas al recibir su pedido o al leer mensajes de agradecimiento por su trabajo. Cuenta que "realmente es muy alentador recibir sus comentarios y su apoyo, siempre estaré agradecida de todas las personas que han elegido mi trabajo".
Génesis siempre ha vivido en San Antonio. Lo que más le gusta del puerto es disfrutar de los miradores con buena vista para gozar de los atardeceres. Sus favoritos son 21 de Mayo para apreciar la bahía y el Cristo de Maipo para caminar. A su parecer "la vista que ofrecen es justa para compartir con buena compañía y tener agradables tardes con charlas infinitas".
-¿Te consideras afortunada?
-Yo creo que en mi vida ha sido plena. Desde pequeña todo lo que me propongo lo logro. Me gusta ser independiente y tener mis cosas propias, busco proponerme nuevas metas y tener crecimiento personal continuo. Trato de no limitarme en lo que hago y en lo que quiero ser, pero no es tan fácil como suena, cada proceso tiene sus momentos altos y bajos y uno no siempre tiene el mejor de los ánimos. Pero soy afortunada de tener la suficiente fortaleza para llevar a cabo mis propósitos y de tener a personas increíbles en mi vida.
"Vendo dulces hechos por mí pero además incluyo el maravilloso mundo del tejido a crochet. Realizo principalmente amigurumis, pero igual a veces me hacen pedidos de accesorios",
Génesis Martínez.
"Me encantan los detalles de todo tipo en todo ámbito y lo que más disfruto de mi emprendimiento es realizar detalles en cada dulce y tejido que hago",
Génesis Martínez.