Profesores sumaron esfuerzos para crear invernadero "inteligente"
Docentes y estudiantes de la escuela de Tejas Verdes estuvieron realizando durante dos meses actividades vinculadas a la tecnología que tienen disponible en el establecimiento.
El proyecto de invernadero inteligente Steam (por sus siglas de las asignaturas en inglés) de la escuela Pedro Viveros Ormeño de Tejas Verdes es parte de un plan piloto que busca fortalecer el proceso formativo de los estudiantes a través del cruce integral de distintas asignaturas a través de la experimentación.
Se trata de un método de enseñanza y aprendizaje que promueve el desarrollo de habilidades mediante la integración curricular de ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas, junto a la estrategia educativa de aprendizaje basada en proyectos donde se busca una solución concreta en base a aprendizaje de contenido conceptuales.
Moderno invernadero
Bajo esa premisa, las profesoras Claudia Espinoza, Angelina Santelices, Natalia Hernández, y Pamela Urtubia, junto al profesor Sergio Ramírez, cruzaron sus asignaturas para trabajar con los estudiantes de quinto a octavo básico, de manera remota y presencial, distintas tareas que se centraron en el invernadero inteligente que tiene el plantel educativo.
Este invernadero, cuyo valor bordea los 95 millones de pesos, cuenta con tecnología capaz de identificar caudales electrónicos, temperatura, humedad relativa, presión hidráulica y sensores de luminosidad, entre otros, los cuales se enseñan a programar, de forma remota, a través de un software para mantener las condiciones ideales dentro del habitáculo y diagnosticar problemas en el mismo.
Además, el software amigable permite crear acciones originales para el control del invernadero. Así, se logra mantener las condiciones ideales para el desarrollo de las diferentes experiencias que proponen los proyectos para el desarrollo de los aprendizajes.
Motivador desafío
La profesora Pamela Urtubia contó que "la experiencia de trabajar en este proyecto fue un desafío muy motivador para los estudiantes y para nosotros los profesores porque nos saca de la sala y nos hace trabajar afuera en nuestro invernadero con tecnología Steam".
A nombre de sus colegas, la docente explicó que "en este caso trabajamos en matemáticas el cálculo de área y perímetro, volumen, resolución de problemas; en ciencias para todo lo que es observación; en lenguaje, en redacción de informes; y en arte y tecnología los estudiantes tuvieron que crear maceteros con elementos de desecho. Fue una experiencia integral totalmente enriquecedora tanto para los niños como para nosotros".
Pamela Urtubia reconoció que este trabajo integrado de diferentes asignaturas "fue difícil porque es algo nuevo, pero con voluntad, paciencia, con cariño y con ganas todo funciona, así que esperamos tener muchos otros proyectos en el año 2022 si es que la condición sanitaria lo permite, porque esta vez lo hicimos de forma virtual y las últimas sesiones fueron presenciales".
En San Antonio la iniciativa ha comenzado a implementarse en seis escuelas municipales y una de ellas es la Escuela Pedro Viveros de Tejas Verdes, cuyo director Erick Malhue Bascuñán, explicó en su momento que "la idea es que los estudiantes tengan contacto y vinculación a través de distintas asignaturas con la naturaleza a través del invernadero; ya sea mediante la plantación de semillas o el cultivo de hortalizas para obtener un producto y así fortalecer el aprendizaje".
5 profesores de la escuela participaron directamente en el proyecto que permitió crear el invernadero.
95 millones de pesos es el costo del invernadero elaborado por los alumnos y profesores.