Familia y amigos recuerdan la alegría imperecedera del gran Willy Rojas
El 25 de diciembre de 2019 un infarto fulminante apagó la vida de Williams Rojas Muñoz, un querido sanantonino que destacó por su humanidad, carisma e incomparable sentido del humor.
Incredulidad. Con esta palabra partió la crónica que el viernes 27 de diciembre del año 2019 publicó Diario El Líder de San Antonio para informar la repentina muerte de Williams Rojas Muñoz, fallecido de un infarto fulminante dos días antes, por la tarde de aquella Navidad.
Ya pasaron dos años de esta noticia que, no es exagerado decirlo, estremeció a San Antonio porque Willy Rojas estaba conectado con tantos y tantas en San Antonio. Desde su infancia en Bellavista, sus años de escuela en el Instituto del Puerto, la juventud en Placilla, el Grupo de la Parroquia, su empleo en Sitrans donde trabajó 26 años, el teatro y la música, el fútbol, su querido club Norteamérica, las pichangas semanales y las tocatas que organizó y que siguen sonando todavía.
Y claro, era imposible creer que ese día se había apagado la vitalidad de un hombre que en sus 43 años brilló siempre por su sentido del humor, compañerismo, solidaridad y alegría de vivir. Imposible creer que el futbolista empedernido, el amigo entrañable, el humorista de vocación, el padre ejemplar de Alexis e Isabela, el amor de la vida de María Isabel Valeria, el colocolino acérrimo, el hombre noble, el querible "Chico Willy" ya no estaría más.
Pero su chispa no se apagó.
Tanto porque en su círculo familiar más cercano su ascendencia sigue siempre presente, como sigue vigente entre sus amigos que este mismo fin de semana, el domingo 26, realizarán en la cancha del Cóndor en Placilla, la segunda versión del "Campeonato Copa de la Amistad Willy Rojas".
María Isabel Valeria fue la gran compañera de la vida de Williams Rojas. Se conocieron a los 9 años y a los 14 comenzaron a pololear, se casaron en 1998 cuando tenían 21 años y ella misma relató que juntos fueron "más que una pareja, más que marido y mujer y por eso mismo ha sido súper complicado vivir sin él. Vivir físicamente sin Willy porque lo sigo sintiendo en todas partes, en la vida que construimos juntos, como madre de sus hijos, en el cariño tan grande, en el amor que le siguen teniendo sus amigos de los cuales yo sé que él estaría orgulloso porque nos han apoyado en todo este tiempo".
María Isabel, "La chica" como le decía Willy y le dicen sus amigos, dijo sentirse "orgullosa de la relación que tuvimos y cada día de mi vida confirmo que él fue lo mejor que me pudo haber pasado, ese hombre fue un regalo para mí".
Grandes amigos
Del "famoso" Grupo de la Parroquia salieron varios de los grandes amigos que Williams Rojas abrazó en su vida, uno de ellos fue Joan Rojas que con los años se convirtió en el padrino de Isabela, la segunda hija de Willy.
"Siempre una gran persona, muy histriónico, alegre, buen amigo, alguien que siempre tenía algo para entregar. No somos familia porque lo del apellido es un alcance solamente pero le dijimos a todos que éramos primos porque sentíamos que éramos familia y por eso nació el grupo "Los Parientes Lejanos" con el que tocábamos en el año '94", contó Joan.
Del mismo modo el compadre de Willy agregó que su gran amigo "de alguna manera no se ha ido, sigue presente, me acompaña en las cosas que hago y lo veo también en el Alexis que tiene muchas cosas de su padre y eso también es una manera de tenerlo cerca. Creo que de alguna forma su alegría, su cariño, toda la energía y el amor que nos dio sigue presente porque ninguno de nosotros ha dejado de quererlo y el campeonato que hacemos busca justamente eso, mantener viva su alegría de vivir y su amor por los amigos y el fútbol".
El actor Mauricio Salazar recordó que "como dice la canción de Alberto Cortez, "cuando un amigo se va, se detienen los caminos" y hace dos años se detuvo el camino de muchas personas que todavía queremos y amamos aún en nuestra memoria a nuestro querido amigo Willy Rojas. Un hombre intenso, un amigo entrañable…(se emociona) Cuesta mucho decir cualquier cosa porque vienen a la memoria tantos y tantos recuerdos desde la infancia hasta que se fue físicamente hace dos años, porque su alegría y amor sigue con todo nosotros".
El también actor sanantonino Sebastián González fue yunta de Williams Rojas y desde ese rol recordó que "la muerte del "Chico Willy" fue un golpe duro en mi vida porque de un día para otro se me fue el partner, el amigo con el íbamos a todas. Quedé en shock, tratando de asumir la fragilidad de la vida y quedando con un vacío enorme para todas las personas que lo conocimos".
Y a dos años de la partida de su padre, Alexis, el hijo mayor, de 21 años a la fecha, destacó "todo el apoyo que siempre me dio, el apañe, los consejos, todas las aventuras que me hizo vivir, el cariño que logró transmitir a sus amigos. Fue un personaje muy querido y siempre lo recuerdo como un niño eterno, responsable y soñador, que siempre estuvo ahí para todos y eso es inspirador porque así es como yo quiero ser".
Y en esa frase que encierra tanto amor quizás pueda encontrarse una de las claves para comprender el cariño tan grande y de tanta gente por Williams Rojas Muñoz, el "Chico Willy" que con su esencia iluminó la vida de tantos.
Al cumplirse dos años de su partida, una cosa es segura. La risa y la energía del Willy siguen vigentes en muchos rincones de San Antonio y en algunos corazones esa misma chispa seguirá encendida para siempre.