A propósito del estadio Municipal...
Con profunda sorpresa me he enterado el 4 de enero del año en curso, que la autodenominada "activista, gestora social, deportiva y medioambiental" -Liliana Cancino- en sus distintas redes sociales ha llamado a que la ciudadanía de San Antonio no se deje embaucar por las supuestas donaciones de las que fueron objeto los terrenos, en los que actualmente (desde la década del 1950) se encuentra emplazado el Estadio Municipal Alcalde Dr. Olegario Henríquez Escalante.
En la vida es fundamental respetar la historia y no tergiversarla. En lo que a mí se refiere, como hijo del popularmente conocido "Dr. Henríquez", una vez más dejo en claro que aquel recinto deportivo lleva el nombre de mi padre como un homenaje póstumo, a su labor como médico, director del Hospital Claudio Vicuña, alcalde y regidor en dos y un período respectivamente en la Ilustre Municipalidad de San Antonio (Imsa), entre otros cargos que desempeñó; y NO por el tamaño de su billetera.
Solo para mencionar un reconocimiento más otorgado por la I. Municipalidad de San Antonio, señalo que, el 13 de noviembre 1963 -en el período alcaldicio del Dr. Néstor Fernández Thomas- fue condecorado por "Servicios Distinguidos", otorgándosele una medalla de oro y un diploma.
Además, ningún integrante de la familia (varios de los cuales hemos tenido cargos públicos) se ha vestido con ropa ajena, atribuyéndose la donación de los terrenos. Más aún, esto lo he señalado personal y públicamente cuando he desempeñado los cargos de concejal de IMSA, presidente del Club Social y Deportivo San Antonio Unido, panelista y columnista de medios de comunicación.
Asimismo, señalo que el Dr. Henríquez junto a Mausi Frings formaron una familia, cuyos descendientes, en caso alguno han sido aves de paso, siguiendo presente al día de hoy en la vida cotidiana de San Antonio; incluida una tercera generación.
¡Ojalá hubiesen existido y existan más Olegario Henríquez Escalante!
Ariel Henríquez Frings,
físico nuclear, exconcejal Imsa