Chileno traficaba piezas de ajedrez hechas de cocaína
Una encomienda con destino a las Islas Canarias de España llamó la atención de los equipos tecnológicos usados por la Aduana para inspeccionar la legalidad de los envíos.
Al abrir la caja, despachada desde la Región Metropolitana, los fiscalizadores hallaron tres gorras con las leyendas "Chile" y "Santiago"; poleras; un delantal con motivos criollos; y dos magnetos para el refrigerador, uno con la bandera chilena y el otro con una postal de Valparaíso. Todo hecho para aparentar un clásico regalo que alguien podría enviarle a un amigo del extranjero, pero que era en verdad un novedoso método para traficar droga.
Dentro de la encomienda también se encontró un tablero de ajedrez, cuyas piezas tenían una forma peculiar. Su estructura más gruesa y alta de lo normal delataba que era un producto artesanal, que al ser sometido a pruebas dio positivo a presencia de cocaína. Al abrirlo se descubrió que toda su conformación era en base a la droga. Los supuestos magnetos también estaban hechos con la sustancia, completando un total de 900 gramos de pasta base de cocaína oculta dentro del envío.
"La confección es de un alto costo y una vanguardia muy elevada", aseguró el comisario Sergio Urtubia, de la Brigada Antinarcóticos Aeropuerto de la PDI.
En un trabajo conjunto con la Guardia Civil española, la Fiscalía autorizó el envío, permitiendo detener a cuatro receptores en Europa, mientras acá el chileno fue arrestado en Quilicura.

