Niño quemado con químico derramado en la playa tendrá que rehabilitarse en Coaniquem
Mateo Escobar, de 1 año 8 meses, se quemó de gravedad con soda cáustica en una faena mal realizada por Esval en una planta de El Quisco.
Lo que era un hermoso día de playa terminó en pesadilla para una familia de El Quisco el miércoles por la tarde cuando el pequeño Mateo Escobar Aranda, de 1 año 8 meses, caminó descalzo por un charco de soda cáustica que trabajadores de la sanitaria Esval dejaron en una planta de tratamiento que hay en el sector de la playa Hanga Roa.
En conversación con Diario El Líder, la madre del pequeño Mateo, Alejandra Aranda, relató que "después del accidente le hicieron los primeros auxilios en el Cesfam de El Quisco y de ahí nos derivaron a un pediatra quirúrgico en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio, pero al llegar nos dijeron que no tienen pediatra quirúrgico. Entonces tuvimos que retirar al niño y lo llevamos a un clínica en Santiago donde tuvo que ser hospitalizado y en la madrugada entró a pabellón porque sus quemaduras son grado 2, son heridas graves y la zona de los pies donde se quemó es de muy difícil recuperación y el lunes le sacarán las vendas en Coaniquem (Corporación de Ayuda al Niño Quemado) y recién ahí nos van decir cuál será su tratamiento y rehabilitación".
Los hechos
Según recordó esta madre, ese día miércoles pasadas las seis de la tarde, "cuando salimos de la playa tomé al niño en brazos porque mi esposo traía todas las cosas y de pronto empezó a forcejear porque se quería bajar y lo tuve que bajar, no alcanzó a estar tres minutos en el suelo porque lo llevaba en todo momento en brazos. En eso había como una pocita en el camino, un charco y el niño pasó por ahí, no había manera de saber que eso que estaba en el suelo era tan dañino y cuando lo subimos al vehículo el niño gritaba de dolor, entonces le reviso sus pies y ya tenía súper irritado, se le puso negro con rojo, le pusimos agua fría y lo llevamos al Cesfam donde le hicieron primeros auxilios".
Alejandra Aranda contó que de inmediato supieron que el niño se había dañado "en ese lugar porque fue el único tramo que el niño caminó y yo me di cuenta que se mojó los pies, de hecho se lo comenté a mi mamá, así que cuando vimos que era una quemadura mi marido fue al lugar para tratar de tomar una muestra porque pensamos que podía ser ácido muriático y ahí habían llegado los bomberos y unas personas que había mandado Esval querían tapar con tierra, pero carabineros no los dejó porque ya estaba todo en manos de los bomberos".
La mamá de Mateo insistió en que "esto que pasó es un negligencia terrible porque yo bajé con mi hijo bien a la playa, él estaba caminando y corriendo normal, jugando como cualquier niño de su edad y ahora lo tengo sin poder caminar con sus dos piecitos vendados y esperando lo que me van decir los especialistas el lunes, considerando que el pediatra quirúrgico ya nos dijo que será una recuperación muy compleja".
En este sentido agregó que "todos los gastos los hemos cubierto nosotros, todos los trasladados, la clínica el tratamiento, el hospedaje, los gastos médicos, en ningún momento ha habido una preocupación real de Esval pero eso no es lo que me importa porque como mamá lo único que quiero es que se recupere. A mi hijo le hicieron un raspaje que yo como adulta creo que no soportaría, el niño tuvo que ser ingresado a un quirófano y ahora va a tener un período de rehabilitación en pleno proceso de crecimiento y tampoco sabemos cómo eso podría afectarlo en su desarrollo".
-¿Ha habido algún compromiso por parte de Esval?
-No, hasta el momento no. Yo les dije que necesitaba que ellos respondieran por todos los costos médicos y ella (el contacto de la sanitaria) me dijo que me podían dar algo mientras para que pudiera movilizarme. Yo le dije que no, que por el momento no, hasta ya saber bien cuál va a ser el tratamiento del niño, porque si les recibo dinero ahora después se pueden desentender o dar por pagado todo.
Alejandra Aranda dijo también que "por ahora lo único que me importa es la recuperación de mi hijo; pero Esval tiene que hacerse cargo de lo que causaron, de esto que le pasó a mi niño y que le pudo haber pasado a cualquier persona porque mi hijo pudo caerse y quemarse la carita, la boca, no sé. Todo esto es muy grave porque no había ninguna señalización, ninguna advertencia y así como nos pasó a nosotros esto le pudo pasar a cualquier persona".
Tras ser sometido a una intervención quirúrgica por las graves lesiones que sufrió el pequeño Mateo fue dado provisoriamente de alta, a la espera que el lunes próximo sea atendido por los profesionales de Coaniquem en Santiago quienes evaluarán la gravedad de sus heridas y determinarán su proceso de rehabilitación.
"Esto que pasó es un negligencia terrible porque yo bajé con mi hijo bien a la playa (...) y ahora lo tengo sin poder caminar con sus dos piecitos vendados",
Alejandra Aranda.