Marco Aurelio: el emperador de la música en la provincia de San Antonio
Partió cantando cuando era escolar, se fascinó con la bohemia que se concentró en las boites como la "Regine" y hoy sigue en "El Checo"
Marco Aurelio Valdés tiene 53 años y 37 de ellos los ha dedicado a la música. Este cantautor, asegura que la pasión por este arte no lo heredó de nadie, ya que en su familia sería el único que tiene una voz privilegiada.
Recuerda que sus amigos del colegio lo convencieron de que tenía talento para el canto y de esa manera se atrevió a participar en los primeros festivales y eventos escolares.
En estos cerca de 40 años ligado al canto popular, se ha destacado, llegando a ser reconocido como "Patrimonio Vivo de San Antonio" en octubre de 2019 por la Fundación Siglo XXI, por su aporte a la música como cantautor local.
-¿Cómo descubriste tu vocación por la música?
-Partí en la música por unos amigos. Cuando tenía 14 años, me gustaba tararear canciones y a ellos les gustaba escucharme. Después llegué a la Escuela Industrial (Eisa) a los 15 ó 16 años y me ponía a cantar canciones de Luis Miguel que se escuchaba harto en esos años hasta cuando hacía aseo como semanero (ríe con ganas), cantaba en todas partes. Ahí me pidieron que participara en un festival que organizaba el colegio y así fue como partí en el arte de la música.
-¿Cuál fue el primer evento en el que participaste?
-El primer festival más importante en el que me presenté fue en el año 1987, con escenario y público, se llamaba "Una canción para el Papa Juan Pablo II". Estaba en tercero o cuarto medio. Participé con una canción inédita y obtuve el segundo lugar.
-¿Qué pasó después del colegio?
-Salí de la Eisa en 1987, participé en varios festivales como "La Voz del Litoral" donde gané. Desde ahí me empecé a meter en bandas de cumbia y con unos chicos hicimos una que se llamaba "Los Clandestinos".
Bohemia sanantonina
Una época que mucho recuerdan hasta hoy es el tiempo de la ferviente bohemia sanantonina, la misma en que se ensalzó la figura de la popular "Negra Ester" y otros personajes que pululaban por las boites y locales que hacían de la noche, día. Este es un momento en que Marco Aurelio, siendo muy joven, se introdujo en este ambiente.
-¿Cómo fue ser parte de la bohemia en San Antonio?
-Al principio iba a mirar a los clubes nocturnos, para ver cómo tocaban los guitarristas, los cantantes y para aprender. Así me empecé a meter en la bohemia y me contrataron en varias partes a los 18 ó 19 años. Canté en el "Río de Janeiro", en "Kantuta", también en el "Regine" y en varios locales más.
-¿Qué recuerdas de esa época?
-Canté con bandas espectaculares. Conocí a músicos antiguos que ahora ya han partido. Eran fiestas nocturnas donde podías ir por ejemplo con tu pareja y a nadie le importaba si en la mesa de al lado había un extranjero con una niña de las que trabajaba ahí. Después te podías ir a las 6 de la mañana caminando por Centenario hasta tu población y no pasaba nada. Era algo muy lindo.
-¿Algún cantante que recuerdes de esa época?
-Me encontré en varias ocasiones con Zalo Reyes cantando en "El Regine", venía de Santiago y se quedaba en cualquier parte, por acá lo recibían porque era muy pelusón. Era admirable verlo, porque era muy bueno. También saqué cosas de él. Ese paso por la bohemia de San Antonio desde los 18 a los 26 años más o menos fue excelente. Canté con sonoras como la "Kokaleka", la banda "Gipsy" del Regine, "Los Clandestinos", fueron muchas bandas. Debería tener una súper memoria para acordarme de todas.
-¿Qué evento te marcó?
-Creo que fue una participación que tuve en Noruega. Era el Festival Cultural e Internacional que hizo Cristian Sanz. Lamentablemente no se dio a conocer en los medios, nadie supo que estaba representando a Chile en ese evento.
-¿Cómo fue eso?
-Con un amigo que conocí en el pub de Algarrobo, nos pusimos a hablar de carpintería porque también me dedico eso, y él me invitó a Noruega a hacer un trabajo en su casa. Obviamente, llevé la guitarra para poder meterme en la onda de la música. Nadie me conocía, estar en otro país sin saber el idioma, no fue fácil. Prácticamente me arranqué de donde estaba trabajando. Después llegué a un club latino que administraba un chileno que vive hace 45 años en Noruega y junto a otro amigo de él, que era de Valparaíso y se fue exiliado, me apoyaron. Tuve una mala experiencia en la carpintería.
-¿Qué hiciste después de esa mala experiencia?
-Me fui a otra casa donde vivían peruanos, argentinos, ecuatorianos y chilenos. Ahí empecé a hacer música y desde ahí no paré. Así fue como llegué al festival cultural de Noruega en el 2014. En ese evento presentaba cada país su arte culinario y su folclore. Ahí canté canciones de Violeta Parra, Víctor Jara y música latinoamericana de Víctor Heredia y Mercedes Sosa.
-¿En qué estás ahora?
-Participé en un festival del casino Enjoy en el que no ocupé ningún lugar, pero mi presentación fue fantástica. Ganó Claudita Pinto que canta muy bien. Me fui a medir también, porque ya tengo 53 años y me enfrenté a jóvenes. Nada de frustración. Incluso voy a hacer dos presentaciones allá.
-¿Sigues con las presentaciones?
-Sí, estoy tocando donde "El Checo", tenemos tocatas en vivo los sábados a partir de las ocho de la tarde. Hemos traído grupos folclóricos con harta cueca, música latinoamericana y jazz guachaca. Hay un ambiente muy bueno, la gente lo pasa bien.