Reflexiones
por Héctor Sandoval, ingeniero en prevención de riesgos y medio ambiente.
Socialización y aceptación de violencia y el crimen organizado
"Un muerto, cinco portonazos, tres robos con intimidación de armas de fuego, dos secuestros de camiones con carga", así versa el reporte de los noticieros al abrir la jornada o el recuento diario, para sumarle un condimento adicional, como diría algún reportero, "dentro de los integrantes de la banda, hay extranjeros, ilegales".
Cuántas veces hemos escuchado esto, cuantas veces nos preguntamos por qué está pasando y quién hace algo o qué debe hacer el estado para frenar el fenómeno delictual. Ahora bien, si le agregamos que organizaciones criminales como las venezolanas, colombianas y ahora salvadoreñas, son parte del fenómeno, no es para extrañarse, pues el delito es un fenómeno de imitación, migratorio, que traspasa fronteras, que también evoluciona, que produce consecuencias irreparables con el uso de la violencia.
Las autoridades al efecto, aún buscan soluciones, acuerdos y levantar diagnósticos.
Creo que la solución es más operativa, como mejorar el tiempo de respuesta a los requerimientos de los sucesos policiales por parte de la ciudadanía, aumentar el índice de cobertura policial, para mejorar la prevención, incentivar a los jóvenes a ser parte de las policías y a ser parte de los órganos del estado que ven la prevención social, situacional y persecución penal del delito y el delincuente, también a respetar la seguridad ciudadana, pues llegaron para quedarse y son casi una policía municipal, les guste a algunos o no.
Todo esto, se hace con el aumento de recursos, mejorar presupuestos y gestión, pues las policías están claros en el diagnóstico y la forma de enfrentar el delito, pero es evidente que no tienen la capacidad operativa para ello y no es su culpa, si no de nosotros como ciudadanos en demandar ello al estado, para la búsqueda del bien común y validar políticamente sus estrategias operativas.
No ha de extrañar, que patrulleros de seguridad municipal, ciudadana o como le llamen, resulten lesionados con impactos balísticos, o lesionados con armas pues hoy dado la asignación de recursos locales de los municipios, son capaces de tener mayor cobertura territorial que las propias policías y aparentemente más expedita, pues las policías siguen preocupadas de las playas, de notificaciones, de citaciones, de los guardias, del control de la tarjeta bip, del resguardo de carreteras concesionadas y cuanta labor anexa se les ocurra a los legisladores.
En esta sociedad anomica y más que ello, en una sociedad en que nadie quiere ejercer el control social, no podemos abandonarla, hablamos de los problemas de la macro zona sur, de la macro zona norte, pero qué sucede en el centro del país, donde habitamos la mayor cantidad de ciudadanos, no vengan con que descubrirán que habrá macro zona centro, para buscar soluciones.
Entonces cómo se presenta una estrategia político operacional, para aumentar la seguridad y la sensación de seguridad, evidentemente creo debe ser con más policías, con líneas expeditas, con un buen trato recíproco, pero todo esto no será posible si no resguardamos a los que velan desvelándose, como dijo la poetisa y asignando recursos hoy.