Jardinero pasará 29 años en la cárcel por secuestro y tortura de su expareja y sustracción de una menor de 8 meses
El Tribunal Oral en Lo Penal de San Antonio dictó la sentencia y también condenó a una cómplice a 3 años de presidio por el delito de secuestro en contra de una mujer.
El Tribunal Oral en Lo Penal de San Antonio dictó una dura condena en contra de un jardinero de Santo Domingo. El hombre de 43 años fue declarado culpable de los delitos de secuestro, lesiones graves, lesiones menos graves en contra de su expareja de 33 años, en el contexto de violencia intrafamiliar; tráfico de drogas y sustracción de un menor de edad.
Su nueva pareja y cómplice también fue castigada por la justicia por los delitos de secuestro y tráfico de estupefacientes.
El juicio, que comenzó el pasado 23 de agosto, terminó con la lectura de la sentencia redactada por la jueza Andrea Santander Villegas, y especifica que se condena a J.C.V.A. a la pena de cinco años de presidio menor en su grado máximo por el delito de secuestro consumado en contra de su expareja.
También deberá pagar siete años de presidio mayor en su grado mínimo por lesiones graves consumadas en contexto de violencia intrafamiliar en carácter de reiteradas cometidas en perjuicio de la víctima desde el 6 al 13 de junio de 2022.
Se agregan 300 días de presidio menor por otro caso de violencia intrafamiliar que mantenía el condenado en contra de otra pareja. Estos hechos ocurrieron en diciembre de 2021.
Por el delito de sustracción de menor en perjuicio de la hija que tiene con la víctima se condenó a J.C.V.A. a 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio.
Mientras que contra F.S.M.R. (20), polola de J.C.V.A. cuando ocurrieron los hechos, se dictó la pena de tres años de presidio menor en su grado medio como autora del delito consumado de secuestro.
Ambos condenados también mantenían otra causa por tráfico de estupefacientes, ya que el año pasado fueron detenidos portando distintos tipos de narcóticos en un vehículo, entre los cuales había 101 gramos de cocaína. El jardinero fue condenado a seis años de presidio por infringir la ley 20.000 y su pareja a cuatro años.
De esta forma el hombre pasará casi 29 años en la cárcel por esta serie de delitos y su cómplice se mantendrá siete años tras las rejas.
Absueltos
En el juicio también se deliberó sobre la participación de un hombre de 26 años, como encubridor de los hechos y por facilitar ayuda al autor principal de los delitos. El tribunal resolvió absolver al imputado de los cargos de encubridor de delito de secuestro, lesiones graves y sustracción de menores y por el delito de femicidio frustrado.
Y también se desestimaron los cargos de femicidio frustrado levantados contra F.S.M.R.
Por encontrarse con medidas cautelares, ambos condenados restarán días a sus penas. La mujer tiene 422 días menos, pues estaba en prisión preventiva desde el 14 de julio del año pasado, y el jardinero llevaba al momento de dictarse la sentencia 455, primero con arresto domiciliario y luego con prisión preventiva.
Los hechos
El 13 de junio de 2022 ingresó al hospital Claudio Vicuña una mujer de 33 años que arrancó de una casa y que denunció que su pareja la mantuvo secuestrada, la sometió a torturas y que había planificado robarle a la hija de 8 meses que tienen en común, para llevársela con su polola nueva.
La víctima tenía la cara deformada por golpes, con al menos 40 puntazos propinados con un arma blanca, con quemaduras en el cuerpo por agua hirviendo y con una pequeña melena porque su captor le cortó el pelo.
Además, acusó que su victimario huyó con su nueva pareja y se había llevado a la pequeña hija de ambos.
Se determinó que la mujer estuvo cautiva en una pieza de una casa de la calle Los Delfines, en el cerro El Carmen, entre el 6 y el 13 de junio.
En el comienzo del juicio oral, se entregaron antecedentes estremecedores del caso recabados por el OS-7 de Carabineros, que terminó con estas severas condenas.
"A raíz de una discusión de índole intrafamiliar el imputado procedió a insultar a la víctima señalándole (con groserías) 'por qué te demoraste tanto si el alta (de la guagua) fue a las 2 y vo' llegaste a las 8', procediendo a golpearla con palmetazos en la cabeza, para luego tomar un cuchillo de la cocina con el que procedió, con ensañamiento, a propinar múltiples puñaladas en el brazo izquierdo de la víctima, arrastrándola del pelo y golpearla con puños y patadas en el rostro y cuello", señalaba la acusación.
Entre los hechos, se agrega que J.C.V.A. "la mantuvo contra su voluntad encerrada en el dormitorio. Posteriormente, luego de consumir drogas, comienza el imputado nuevamente a golpearla con puños en el cuerpo, procediendo nuevamente con ánimo de tortura y en desmedro de su condición de género, a meterla a la ducha en contra de su voluntad, quemándola con agua caliente y restregándole el cuerpo con jabón mientras le insultaba (…). Botó su ropas a la basura y la mantuvo incomunicada y contra su voluntad hasta el día lunes 13 de junio de 2022, repitiendo los constantes abusos y maltratos, además de reiteradamente golpearla, acuchillarla, quemarla con agua caliente y cortarle el pelo".
Esas mismas indagaciones determinaron que la coimputada sabía que "la víctima se encontraba contra su voluntad encerrada en el domicilio, concurrió a lo menos en una ocasión hasta el inmueble para mantener relaciones sexuales con el coacusado (J.C.V.A.), permitiendo que este cautiverio se mantuviera y sin prestar ayuda a la víctima", decía la acusación.
Y se corroboró que "el lunes 13 de junio, en concertación con el coimputado, procedieron a sustraer del domicilio a la menor, hija de la víctima y del coacusado".
Ese mismo día la mujer fue detenida en el cerro Bellavista con la guagua en su poder y devuelta a su madre que estaba internada en el hospital local.
En tanto, J.C.V.A, huyó a San Carlos, Región del Ñuble, y habría recibido ayuda monetaria y logística de un amigo, quien también fue imputado, pero absuelto de los cargos.
En julio de 2022 el jardinero fue capturado en esta ciudad cercana a Chillán con un nuevo aspecto para evadir el actuar policial: se había teñido el pelo rojo y bajado drásticamente de peso.
Fiscal
El fiscal jefe de San Antonio, Osvaldo Ossandón, comentó ayer que "fue una causa en la cual observamos a una víctima muy dañada física y sicológicamente, donde vimos patente cómo la violencia intrafamiliar no solamente es capaz de dañar el aspecto físico de una persona, sino que mantener a una persona cautiva (...), de no atreverse a contrariar al sujeto en una relación de poder en donde uno abusa del otro".
El persecutor advirtió que "logramos demostrar que el sujeto no solo tenía esta conducta con la víctima en particular, sino que también había otra víctima, que declaró y que sufrió abusos de similares características: violencia, celopatía, agresiones y humillaciones. Fue condenado por ese hecho en particular".
Sobre la víctima de este caso, describió que "la termina encerrando y sometiendo a torturas reiteradas, quemaduras de gravedad que aún la mantienen con cicatrices y con vejaciones físicas y morales".
Sobre la relación con la cómplice, el fiscal precisó que "el sujeto se veía con una tercera persona con la cual fue detenido, incluso en un proceso que se siguió por tráfico. Esta mujer tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo y no hizo nada".
Ossandón destacó que "es importante la sustracción del menor, que es la pena más alta que se da en el caso de la condena del sujeto, porque el sujeto es el padre, pero queda demostrado que sustrae a la menor de su madre, no para quedarse con la niña, sino que para entregárselo a otro familiar".
El fiscal jefe reconoció que "fue una investigación de largo aliento en la cual se hicieron muchas intervenciones telefónicas, realizadas por el OS-7 de Carabineros de San Antonio, quienes se deben llevar todo el crédito de la investigación, porque lograron dar con la menor en brazos de la acusada. Ellos conocían al sujeto porque fue parte de una investigación anterior de una plantación de droga".
Y además se refirió a las diligencias y coordinaciones entre la fiscalía y la policía, que terminaron con el sujeto detenido días después "en San Carlos hasta donde había huido, encontrando refugio en casa de conocidos".
Finalmente, el fiscal espera que "sea una condena ejemplar, son más de 28 años que se otorgan a este sujeto, sin perjuicio que puedan existir recursos de parte de la defensa. Entendemos que es un mensaje potente en contra de la violencia hacia las mujeres, las parejas, independiente de su condición y castigar de una vez por todas estos abusos de superioridad".
"Entendemos que es un mensaje potente en contra de la violencia hacia las mujeres, (...) castigar de una vez por todas estos abusos de superioridad",
fiscal Osvaldo Ossandón.