El astrónomo que trabaja para acercar las estrellas y el universo a los sanantoninos
Jaime Giannelloni actualmente se desempeña en el Parque de la Ciencia de Santo Domingo, donde el próximo mes tendrá lugar un congreso internacional de esta apasionante ciencia.
Hay personas que son unos verdaderos apasionados por lo que hacen y se nota. Este es el caso de Jaime Giannelloni Lizana (35), astrónomo sanantonino y exalumno de la Escuela Industrial (Eisa), quien confiesa que desde niño se sintió atraído por saber más acerca de la luna, las estrellas y las galaxias.
El profesional se desempeña hace dos años en el Parque de la Ciencia de Santo Domingo, luego de haber tenido una gran experiencia haciendo una investigación relacionada con su área en el observatorio radioastronómico Alma, el más grande del mundo y que se encuentra en el Norte de Chile.
"A mí me picó el bichito de la astronomía cuando tenía siete años, cuando tuve mi primer amor: la luna. Estaba fascinado con la luna, me gustaban sus detalles y quería saber de su existencia. Siempre tuve la curiosidad de saber sobre el origen del universo. Mi madre me compraba libros de astronomía y ahí empecé a indagar un poquito más sobre el tema", recuerda Giannelloni.
-¿Qué crees que te motivó a acercarte a esta ciencia?
-Me motivó un astrónomo que conocí en Argentina porque en mi niñez viví allá bastante tiempo y él fue uno de los precursores al decirme "usted tiene potencial". Las preguntas que le hice a ese caballero me marcaron para seguir después en la astronomía. No seguí de inmediato porque la sociedad me decía que el astrónomo se iba a morir de hambre. La ignorancia decía que el astrónomo se dedica a ver la mano, el horóscopo, entonces uno se empieza a informar que no es así. Hay diferencias entre astrología y astronomía.
-¿En qué circunstancias conociste a ese astrónomo?
-Cuando tenía ocho años fue de visita al colegio donde yo estaba internado por cosas del trabajo de mi madre y mi padre. En la pesca estaba en auge en ese tiempo el bacalao, en los años 90, y el bacalao emigró al otro lado, al océano Atlántico. Como mi madre era especialista se la llevaron a Puerto Madryn en Argentina, donde pasé mi enseñanza básica, hasta que se terminó la manufacturación de este pez y nos tuvimos que devolver a San Antonio.
-¿Te costó decidirte a seguir una carrera poco tradicional?
-Di la PSU, me fue bien y estudié ingeniería civil electrónica. Cuando estaba en el quinto año, ya no daba más y me cambié a Astronomía. Quedó la escoba en mi familia, todos me odiaron porque estaba terminando la carrera, pero era mi decisión. Estudiaba en Santiago y viajaba todos los días, levantándome a las cinco de la mañana, y además trabajaba como garzón en varios restaurantes de la zona. Con eso me pude pagar los estudios y me titulé de astrónomo a los 30 años.
-¿Cómo llegaste al prestigioso observatorio Alma?
-Fui el único que se tituló de mi generación y me gané una pasantía en Alma para hacer un internado en interchip para dedicarme al análisis de discos protoplanetarios ocupando las antenas. Fue una oportunidad única. Fui seleccionado entre 200 personas que postulan a nivel mundial, gracias a los estudios de electrónica que tuve anteriormente. Se combinaba todo, no fue tiempo perdido. Así es que me dediqué a la astroelectrónica.
-¿En qué consiste la astroelectrónica?
-Es decodificar los datos de los espacios polarizados y llevarlos a datos de una imagen. Entonces yo veía la parte mantención de las antenas, cómo se recibían las señales y poder verlas en pantalla, esa era mi labor en Alma. Después fui contratado durante un año para hacer investigación científica con tutores de universidades prestigiosas como Harvard. Estuve con eminencias como Geoffrey Crew, quien captó la imagen de los agujeros negros, tengo fotos de evidencias y con el senior de la radioastronomía Edward Fomalont. Empecé a hacerme conocido en este rubro como radioastrónomo y ahí ocurrió la pandemia. Tuvieron que limitar la gente y volví a San Antonio.
-¿Podrías volver a Alma?
-Me dijeron que si quiero volver debo tener estudios complementarios como un master o un doctorado. Como todo investigador y astrónomo hay que seguir estudiando, así es que volví a San Antonio, empecé el master de manera online y conocí el Parque de la Ciencia. Ya ubicaba desde antes al director Juan Campino, que es un apasionado de la divulgación de la astronomía. Le conté que soy astrónomo y le dije que podríamos hacer una buena combinación para diseminar esta semilla de la ciencia en toda la provincia.
-¿Cómo has visto el interés en la zona por la astronomía?
-El colegio Cristo Rey Salvador me dio la gran oportunidad de hacer un taller de astronomía y ser profesor de física y matemáticas. Gracias al interés de los alumnos, hemos participado en olimpiadas y congresos escolares de astronomía. Ha sido uno de los pocos colegios de San Antonio que ha participado junto al Instituto Comercial. Se consiguieron varios logros, incluso llegamos a finales de congresos escolares y uno de los estudiantes sacó medalla de oro a nivel nacional y medalla de bronce a nivel internacional en Panamá. Se ha promovido la astronomía y ha habido mucho interés en hacer charlas magistrales en distintos colegios a los que me han invitado.
-¿Con qué instrumentos cuentan en el Parque de la Ciencia?
-Contamos con un observatorio que tiene un telescopio catadióptrico de gama intermedia, el que nos permite ver de manera detallada planetas, galaxias y nebulosas. También tenemos un museo que consta de artilugios astronómicos antiguos, elementos que van de la mano con la astronáutica que también es muy importante saber sobre los hitos espaciales. La novedad en el parque es la realidad virtual. Hay un programa en el que fui colaborador mientras estaba en Alma, con el que se vive la ilusión de estar viajando por el sistema solar.
Congreso de astronomia
En estos días Jaime Giannelloni está trabajando en los últimos detalles del XXIII Congreso Internacional de Aficionados a la Astronomía (Ciaa 2023), que se realizará del 8 al 11 de noviembre en el Parque de la Ciencia. Todos los antecedentes están en @fundacionparquedelaciencia.
-¿En qué va a consistir esta iniciativa que va tener sede en Santo Domingo?
-Este congreso se va realizar por primera vez en la provincia de San Antonio. El objetivo es que interesados y entusiastas de esta ciencia puedan vivir experiencias y compartir conocimientos con grandes astrónomos de categoría mundial para poder informarse sobre noticias de actualidad astronómica. Va a haber talleres prácticos con construcción de telescopios, una "Star Party" que es una fiesta donde nos vamos a reunir todos los participantes a observar el cielo con más de 20 telescopios, y la promoción de turismo en la zona con paseos.
-Siempre se ha dicho que los cielos de Chile son ideales para la astronomía…
-Como país somos la capital mundial de la astronomía. Poseemos los mejores cielos, aptos para la investigación y observación, por eso los mejores telescopios del mundo en Chile, especialmente en las regiones de Copiapó y Coquimbo, porque las condiciones climáticas y geológicas nos permite construir estos grandes observatorios, pero no se deja fuera el Sur porque también se puede promover el astroturismo. Independiente de las condiciones, cada lugar de Chile debería tener un observatorio para poder diseminar esta ciencia.
-¿Qué lugares de la provincia podrían ser aptos para observar los astros?
-Los lugares donde la contaminación lumínica es muy baja son ideales para apreciar en gran magnitud distintos tipos de estrellas, incluso nebulosas al ojo vivo, se puede ampliar la astrofotografía, que es una técnica en que se usa una cámara profesional, incluso un celular para sacarle una foto a un brazo de la Vía Láctea. En la provincia de San Antonio se podría hacer en Lo Abarca, Leyda, Bucalemu, El Convento, en las afueras de Cartagena.
-¿Crees que puede haber vida en otros planetas?
-Vamos a responder como dos personas. Como astrónomo le tengo que decir que estamos solos en el universo, porque hay una paradoja muy conocida, que es la "de Fermi", que dice que si hay vida inteligente, ¿por qué no llegan a la Tierra si son superiores?, ¿por qué no hay un contacto?, ¿por qué si hago una invitación a ellos a través de todas las radiofrecuencias todavía no llegan? Por lo tanto, hay una limitante que se llama tecnología y si no avanza, estamos solos. Ahora, como Jaime, creo que nos falta mucho por descubrir, hay millones de galaxias compuestas por mil millones de estrellas y cada una compuesta mínimo por ocho planetas muy similares a la Tierra, entonces la probabilidad es muy alta, es casi imposible que estemos solos en el universo.
-¿Tienes algún sueño por cumplir?
-Mi gran sueño era estar en el mejor observatorio y ya lo cumplí en Alma. Es el observatorio más grande de todo el mundo en base a antenas, a radioastronomía, con 66 antenas de 12 metros. Mi segundo objetivo, más que sueño, es divulgar la astronomía donde nací y promover entre los jóvenes que pueden estudiar astronomía. Por eso estoy dando una oportunidad al visitar colegios, hacer talleres de astronomía y charlas magistrales para que me hagan preguntas. En una de esas sale aquí en San Antonio un mejor astrónomo que yo, dedicado a la investigación.
-Al ser sanantonino puedes generar cercanía y confianza con los estudiantes…
-Claro, estudié en el Eisa, soy una persona común y corriente, humilde, con distintas aspiraciones porque soy hijo de pescadores. Eso es lo más importante.
"A mí me picó el bichito de la astronomía cuando tenía siete años, cuando tuve mi primer amor: la luna",
Jaime Giannelloni
"Di la PSU, me fue bien y estudié ingeniería civil electrónica. Cuando estaba en el quinto año, ya no daba más y me cambié a astronomía. Quedó la escoba en mi familia",
Jaime Giannelloni