La historia de esfuerzo y superación de querido ciclista de Lo Gallardo
Manuel Vera Pavez, quien trabaja como agricultor, partió su carrera deportiva hace 40 años. Aquí cuenta cómo mantiene su motivación para seguir pedaleando y compitiendo a pesar del paso del tiempo.
Cuando las circunstancias de la vida se ponen cuesta abajo algunos se rinden rápido, pero otros, como Manuel Vera Pavez (60), se esfuerzan por seguir avanzando y hasta descubren talentos que los llevan a brillar.
Así lo hizo este vecino de Lo Gallardo, casado, padre de dos hijos, que divide su tiempo entre su trabajo en la zona rural de Santo Domingo, donde se desempeña desde un niño en la siembra y cosecha de hortalizas, y su gran pasión por el ciclismo, deporte que descubrió hace 40 años y que convirtió en parte de su rutina.
Con orgullo exhibe algunas medallas, de muchas que atesora, en la terraza de su casa donde nos recibe para realizar esta entrevista. Con sencillez comenta que no gana siempre en las competencias, pero sí se alegra cuando le toca subirse al podio donde se premia a los tres primeros lugares. Sin dudas, este deportista local es un ejemplo de superación personal y de que siempre se pueden cumplir las metas y sueños.
-Manuel, ¿qué lo llevó a descubrir su pasión por el ciclismo?
-A los 20 años don Hernán Echeverría, que tenía un taller de arreglo de bicicletas, me llevó a tomar el sendero del ciclismo. Fui a su taller para que me arreglara una bicicleta que tenía para ir a trabajar y él me empezó a entusiasmar. Me invitó a entrenar con él porque había sido ciclista y fui, hasta que me convidó a participar en una competencia en Melipilla y me gustó tanto que hasta el día de hoy sigo compitiendo. Partí a los 20 años y ya tengo 60.
-¿Antes practicó algún otro deporte?
-Jugué fútbol desde los 16 hasta los 20 años en el club Alianza de Santo Domingo. No me gustó el fútbol porque es un deporte en el que hay muchas rivalidades. Tuve la mala experiencia de que mientras estaba jugando me pegaron una patada en la cabeza que me dejó con secuelas hasta el día de hoy. Me aturdieron y quedé con la mandíbula que me suena. Por eso no me gustó, ya que vi que se presta para hacer daño cuando hay mala intención.
-¿Siempre ha vivido en Lo Gallardo?
-No, yo era de Santo Domingo. Vivo acá desde que me casé, hace 37 años. Me gusta este pueblo porque es tranquilo, todas las familias son unidas, aquí hay pocos robos y es lindo. Lo Gallardo se ha hecho conocido por la tradición del pan amasado y cuando alguien fallece todos se unen y apoyan al vecino.
-¿Qué lo hace feliz?
-Lo que me hace más feliz, además de estar con mi familia y compartir con mi señora, es andar en bicicleta, que es algo muy sano. Hay rivalidades, pero sólo en la ruta, no existe la mala intención, después de terminada la competencia somos todos uno y se hacen amistades.
-¿Puede compatibilizar el tiempo entre el deporte y el trabajo?
-Sí, yo llevo casi toda mi vida trabajando en lo mismo. Soy productor agrícola en las verduras, como se dice. Empecé a los 14 años y todavía sigo en eso.
-¿Comenzó ayudando a su familia?
-Sí, lamentablemente no pude tener estudios porque quedé sin papá a los 8 años y a los 10 tuve que entrar a vender el diario que se repartía en Santo Domingo. En la casa no había para subsistir, cómo llevar el pan de cada día. Quedé solo con dos hermanas y mi mamá. En esos años había poco trabajo para las mujeres, no como ahora, los hombres eran muy machistas. Además, mi mamá no tuvo estudios, fue analfabeta, entonces yo tuve que entrar a trabajar apatronado a los 14 años. Era el menor, pero mis otros hermanos estaban casados o se fueron de la casa y quedamos solos.
-¿En qué consiste su labor en el campo?
-Nosotros plantamos verdura, la cosechamos y la vendemos para el consumo de la gente. Siempre he trabajado en Santo Domingo, en distintas partes porque los terrenos no son de nosotros, se arriendan por temporada, por año y después si no quieren arrendar más hay que buscar otro lugar. Actualmente, estoy trabajando con un caballero muy buena persona. Él arrienda las tierras y yo me desempeño como mediero con él.
-¿Qué productos está cosechando en estos días?
-En este momento personalmente trabajo en la producción de lechuga escarola, cilantro, espinaca y brócoli. Ese es el fuerte que trabajo en la temporada. Se vende para las ferias y para la gente que tiene negocios. Con tantos años uno ya tiene sus clientes fijos.
Logros deportivos
Manuel Vera ha pavimentado un camino de logros gracias a su energía y perseverancia, donde cada triunfo ha sido fruto de su esfuerzo junto al apoyo de su familia.
-Volviendo al ciclismo, ¿hay alguna competencia que haya sido especialmente importante para usted?
-El año 2002 fui a correr la Vuelta a Chile Laboral. Fue algo inolvidable que a uno le queda para toda la vida. Gracias a Dios la pude terminar porque hay muchos que no lo logran porque son con tiempo y si llegan fuera de tiempo quedan eliminados. No quedé en los primeros lugares, pero éramos 110 corredores y quedé 63, así es que tan mal no me fue para ser la primera vez que participaba. La otra fue la "Gran Fondo New York" (Gfny) que la corrí el 2021, donde obtuve el cuarto lugar a nivel internacional, porque esa es una competencia en la que vienen de muchos países una vez al año a Chile y se va corriendo en alrededor de 20 países. Tengo tantos recuerdos de competencias. No he ganado mucho, pero me he subido al podio varias veces.
-¿Últimamente ha seguido compitiendo?
-Sí, hace poco fui a Casablanca a una competencia de la Viña Pro, donde obtuve el segundo lugar y hace un mes atrás estuve en la Vuelta Máster de Chillán. Ahí también me quedé con el cuarto lugar, por sólo ocho segundos perdí el tercer lugar. Eso fue a nivel nacional porque ahí van a competir casi todos los mejores de sus respectivas categorías. Así es que quedé muy satisfecho, aunque con la espina clavada por haber perdido el tercer puesto sólo por ocho segundos. Ahí gané la etapa principal y quedé contento con eso.
-¿Ha recibido alguna subvención o apoyo financiero para competir?
-No, en Chile para este deporte casi no hay apoyo ni para los profesionales. Imagínese, uno que es amateur tiene que rascarse con sus propias uñas nomás. Uno invierte en el deporte, pero a la vez lo hace en salud. Yo gracias a Dios tengo 60 años y nunca he estado hospitalizado, ni enfermo de gravedad.
-¿Fue un referente para que su hijo también quisiera dedicarse al ciclismo?
-Mi hijo también siguió mis pasos y le ha ido muy bien. Al principio no le gustaba, pero cuando lo conoció desde adentro le cambió la vida, porque es un deporte tan sano y si uno participa en competencias internacionales se va haciendo conocido a lo largo del país. Él empezó el año 2009 y hasta ahora sigue practicándolo a sus 36 años.
-¿Qué le recomendaría a las nuevas generaciones que están partiendo en el ciclismo?
-Les diría que lo practiquen porque es un deporte que ofrece una vida sana, hace bien, pero para entusiasmarse hay que conocerlo desde adentro. Mire, si a un ciclista le dicen vamos a pasear a Chillán, a lo mejor no lo va a hacer, pero si hay una competencia ahí es diferente y va a ir.
-¿Qué lugar es su preferido de los que ha conocido pedaleando?
-Este deporte es muy duro, yo creo que es uno de los más completos que hay desde el punto de vista físico, cualquiera no es capaz de practicarlo. A veces uno va tan exigido que no queda tiempo para mirar a ningún lado. Además, tiene que ir atento a la rueda porque uno va en los pelotones (grupos de ciclistas) a 20 ó 30 centímetros de la rueda del que va adelante a ratos.
-¿Hay alguna situación que lo haya afectado en estos años?
-La un par de semanas estuve muy alicaído porque un ciclista de Quilpué, que se llamaba Tránsito Martínez, de 54 años, falleció en la ruta entrenando hace pocos días. Nos conocimos por el deporte y siempre que nos encontrábamos en las competencias conversábamos, eso me choqueó mucho. Sufrió un infarto fulminante y lo encontraron en la carretera. El año pasado, en octubre, en una competencia que hubo camino a Cuncumén otro ciclista murió compitiendo. Eso me impactó porque es algo que puede pasarle a uno en la ruta.
-¿Ha pensado a qué edad o en qué circunstancias se va a retirar?
-La edad para mí no es tema porque ya cumplí los 60 años y todos me dicen que me mantengo súper bien, a pesar de que hago un trabajo duro en la agricultura. Yo creo que nunca voy a dejar la bicicleta, si me enfermara y no pudiera seguir, pienso que me moriría de pena porque es lo que más amo.
"Lamentablemente no pude tener estudios porque quedé sin papá a los 8 años y a los 10 tuve que entrar a vender el diario que se repartía en Santo Domingo",
Manuel Vera
"Yo creo que nunca voy a dejar la bicicleta, si me enfermara y no pudiera seguir, pienso que me moriría de pena porque es lo que más amo",
Manuel Vera,, agricultor y ciclista