Trabajadores en grave crisis económica por acumulación de licencias médicas impagas
Empleados del local ACuenta de Cartagena sufren por atrasos que han complicado su salud, finanzas y calidad de vida.
En el local 585 del supermercado ACuenta de Cartagena, cinco trabajadores viven un drama que refleja las dificultades de acceso a derechos laborales básicos como es el pago de las licencias médicas.
Según denunció a nuestro diario Mónica Gutiérrez Maldonado, dirigenta sindical del establecimiento, las licencias médicas de estos empleados no han sido pagadas por el Compin (Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez) en meses, a pesar de cumplir con los trámites requeridos y presentar los informes médicos correspondientes.
Vulneración
"Esto me tiene muy mal. Tengo compañeros que realmente están enfermos, han mandado informes médicos y han hecho todo lo que está a su alcance, pero las licencias no son pagadas. Ellos necesitan hacerse exámenes y comprar medicamentos, pero sin dinero no pueden avanzar en sus tratamientos", explicó la dirigenta, quien también se encuentra en esta situación.
Entre los casos que detalló la dirigenta sindical, se encuentra el de Humberto Valenzuela, un guardia de seguridad con más de diez años en la empresa, quien sufre de diabetes y recientemente perdió parte de sus dedos debido a esta enfermedad. Valenzuela acumula 30 licencias médicas impagas y, aunque intentó reincorporarse al trabajo, su condición de salud le impide desempeñarse.
"Tengo alrededor de 30 licencias impagas y no puedo hacerme exámenes, tampoco puedo comprar remedios por esta situación y he llegado pensar cosas terribles porque no es vida la que estoy pasando y necesito que me puedan ayudar a salir de este problema", dijo muy atormentado Humberto Valenzuela.
Boris Pardo, otro de los trabajadores afectados, explicó que "en mi caso ya llevo diez licencias impagas, licencias que han sido rechazadas. Tengo ocho trabajándole a esta empresa y tengo que hacerme un montón de exámenes, comprar remedios y tengo familia, tres hijos y no tengo plata porque cuando a uno le rechazan la licencia la empresa no paga".
Otra trabajadora, Alejandra Díaz, quien enfrentó complicaciones graves tras un parto, acumula diez licencias médicas sin pago, lo que ha dificultado su recuperación.
La dirigenta Mónica Gutiérrez, al tiempo que agradeció a sus jefes que han sido muy comprensivos con su condición, facilitándole las tareas que le asignan, criticó la falta de empatía y acción del Compin, organismo encargado de gestionar el pago de estas licencias.
"Parece que ni siquiera leen los informes médicos. Son licencias legales y respaldadas por profesionales. Es una pena que los trabajadores tengamos que enfrentarnos a esta situación, porque el argumento que dan es que no hay dinero", señaló.
La situación ha generado un impacto no solo en la salud física y mental de los trabajadores, sino también en sus familias. La propia dirigenta explicó que, con hijos en la universidad y sin ingresos suficientes, se ve obligada a trabajar pese a no estar completamente recuperada.
Ante la gravedad de la situación, Mónica Gutiérrez hizo un llamado a las autoridades y a la empresa para que resuelvan este problema.
"Es lamentable que seres humanos pasen por esto, cuando tenemos contratos que deberían garantizarnos seguridad social. Esto no solo afecta a los trabajadores, sino también a sus familias y su calidad de vida. Espero que al hacer público este tema, alguien se sensibilice y actúe", concluyó.