Cercanos al camionero abatido en el puerto habían advertido su desequilibrio mental
Hace un año la conducta del chofer se transformó y de hecho, su hermano en Cuba trató de llevarlo al médico. Ayer seguían las diligencias de la fiscalía en el sitio del suceso.
El día después de la tarde de furia y alucinaciones que tuvo el conductor Rogniel Manso Hernández, que fue abatido por policías marítimos junto a la Plataforma Logística Internacional del puerto de San Antonio, llegaron las primeras luces sobre lo que pudo pasar con el chofer cubano de 43 años que manejó a exceso de velocidad, chocó varios vehículos, amenazó con un machete y trató de atropellar a guardias y trabajadores, antes de ser detenido a tiros cuando arremetió con su camión contra una patrulla de la Armada.
Un camionero que fue testigo del hecho relató que su colega Rogniel Manso "vio la camioneta de los marinos, trató de chocarla, pero no alcanzó y se quedó en la cola de un camión porque se le paró el camión. En eso el personal de la Armada le habló, entonces echó andar el camión y empezaron a dispararle, porque él iba con la clara intención de atropellarlos".
-¿Cuántos marinos había en ese momento?
-Había tres, una patrulla. Y ahí dispararon varias veces, yo estaba muy cerca de uno de ellos, de los marinos, y me corrí para atrás cuando dispararon varias veces contra el camión.
El mismo testigo aseguró que Rogniel "no tenía hálito alcohólico, porque yo estuve muy cerca de él cuando lo calmé. Solamente hablaba incoherencias, él decía que era soldado de no sé qué cosa y mostraba algo, un libro, que parecía ser un nuevo testamento".
Ayer lunes por la tarde la sanantonina Dayna Hernández, amiga del chofer fallecido, estaba consternada con la noticia.
"Hace unos dos, tres años, él trabajó con mi esposo en el puerto en Saam y ahí se hicieron amigos. Era de Cuba, una muy buena persona, un muy lindo hombre que era muy generoso, siempre ayudaba, nunca te decía que no y estuvo viviendo dos años con nosotros. De hecho, cuando lo invitaba a almorzar a veces se sentí mal porque su familia lo estaba pasando mal en Cuba, ya que él era el sustento de sus hijos y sus padres que son muy mayores", relató.
-¿Cómo se relaciona esa descripción con lo que pasó el domingo en el puerto?
-Hace como un año nos ayudó con un camión que quedó en pana y ahí lo vimos diferente porque había tenido dos infartos, estuvo hospitalizado, vendió sus camiones, nos contaba, porque perdimos un poco el contacto cuando se fue de acá. Lo vimos mal, ya no era la persona que nosotros habíamos conocido, porque andaba como muy exaltado, como que se le desarrolló una esquizofrenia, porque estaba así como perseguido".
Familia en Cuba
"Yo ubiqué a la familia y están muy impactados, están en shock. Sus padres, que son personas muy mayores, era él el que les mandaba el dinero, era el sostén de sus padres y tenía dos hijos en Cuba. Hace poco había viajado, y ellos también lo vieron extraño, porque ya dos veces había ido a Cuba y lo vieron distinto. El hermano me dijo que le había dicho, "vamos al médico, te veo mal" y no quiso ir, entonces su hermano me dijo: "¿Cómo le digo yo a mis padres que mi hermano está muerto?". Porque tampoco saben qué hacer para repatriarlo porque él vivía solo en Cartagena" dijo a nuestro diario Dayna Hernández.
Investigación
Todo esto mientras durante la jornada del lunes seguían en el recinto portuario exComaco las diligencias encargadas por el Ministerio Público al Laboratorio de Carabineros (Labocar) y a la Sección OS-9 de investigaciones complejas.
Al respecto el fiscal del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (Ecoh) de San Antonio, Juan Carlos Catalán, explicó que "todas estas diligencias sirvieron para determinar la dinámica de los hechos, en donde un sujeto de nacionalidad cubana llegó hasta el lugar conduciendo un camión y sin motivo se enfrascó en diversas discusiones con otros conductores y guardias del lugar, incluso los amenazó con un arma blanca, específicamente un machete de grandes dimensiones, y también realizó intentos de atropellamiento con el camión. Finalmente llegan hasta el lugar policías marítimos, quienes utilizan sus armas de fuego para lograr detenerlo, resultando esta persona fallecida".
"Respecto de los policías marítimos quedaron con apercibimiento" (comunicación que advierte a una persona de las consecuencias de sus actos), agregó el fiscal Juan Carlos Catalán.
"Hablaba incoherencias, él decía que era soldado de no sé qué cosa y mostraba algo, un libro, que parecía ser un nuevo testamento".
Testigo