Juan Olivares Meza

El cerro Bellavista de San Antonio, ese rincón vibrante y populoso de San Antonio, ha sido escenario en las últimas semanas de una historia que oscila entre la esperanza y la desilusión. Un relato que comenzó con la alegría de familias que, tras años de espera, recibieron las llaves de sus nuevas viviendas, pero que pronto se vio empañado por la sombra de la delincuencia. Un sueño largamente anhelado, el de tener un hogar propio, por culpa de una ola de robos que se ha convertido en una pesadilla para los vecinos del proyecto habitacional Río Bueno y Río Newén, que desde el 23 de enero llegaron a poblar las nuevas viviendas.

Menos de un mes

Jonathan Arriagada, presidente del comité Río Bueno y vocero del proyecto Río Newén, relató a nuestro diario que "las llaves se nos entregaron el 23 de enero. A partir de ese día, las familias que más urgían un techo empezaron a cambiarse, pero enteramos tres semanas aquí, y la situación no es la que imaginábamos porque es insólito que siendo aproximadamente 40 (de un total de 316), las familias que ya estamos viviendo en nuestras nuevas casas contemos 34 robos, con personas a las que les han robado más de una vez".

"Estas viviendas se entregan en bruto habitable, por lo tanto, hay que ponerles piso, pintarlas, enyesarlas. Los vecinos comenzaron a comprar materiales, pero al dejarlos al costado de sus casas, los delincuentes saltaron el cierre perimetral y los robaron. Llevamos más de 25 robos solo en Río Bueno, y si sumamos los de Newén, fácilmente llegamos a 34 robos en tres semanas", dijo el vocero.

La cifra es alarmante: 34 robos en apenas 21 días, afectando a 40 de las 316 familias que conformarán el conjunto habitacional.

Carabineros

"Prácticamente todos los que llegaron han sido víctimas y, como le dije, a algunos les han robado más de una vez", lamentó Jonathan Arriagada.

Según este vecino el problema no solo radica en la delincuencia, sino también en la inseguridad estructural del lugar, ya que "los cierres perimetrales son muy bajos, las rejas no ofrecen protección suficiente. Un niño podría caerse fácilmente, pero más allá de las fallas en la infraestructura, hay un problema de seguridad integral porque los ladrones siempre encontrarán la manera de saltar más alto o hacer un hoyo. Por eso planteamos esta situación en una reunión que tuvimos con la jefatura de Carabineros de San Antonio".

La reunión con las autoridades policiales fue un rayo de esperanza, ya que los pobladores consiguieron "un preacuerdo para que Carabineros tome una de nuestras dos sedes vecinales, que están completamente equipadas para ser ocupadas y establezca una comisaría provisoria. Esa sería una solución que beneficiará no solo a nuestros condominios, sino a todo el sector, que alguna vez tuvo presencia policial permanente".

La consejera regional Paola Zamorano, quien participó en la reunión, expresó su preocupación por la situación de estos vecinos y aseguró que "la delincuencia está golpeando transversalmente a todos nuestros hogares. Es doloroso ver cómo familias que esperaron años por su vivienda propia, ahora tienen que amanecerse cuidando lo poco que tienen".

Por esta razón Paola Zamorano destacó la importancia de trabajar en conjunto con Carabineros y la municipalidad para minimizar los daños y devolver la tranquilidad a los vecinos.

Vecinos vigilan

Mientras tanto, las familias del cerro Bellavista resisten con determinación para no dejarse vencer.

"Estamos patrullando en las noches, con los jóvenes y los niños vigilamos hacia el cerro, anoche (martes) estuvimos hasta como las tres de la mañana porque queremos cuidar nuestras cosas, que este no sea un lugar para delincuentes", dijo Jocelyn Fernández, una de las nuevas vecinas del conjunto habitacional.

"Somos unas 40 las familias que estamos viviendo en nuestras nuevas casas y ya contamos 34 robos, con personas a las que les han robado más de una vez",

dirigente Jonathan Arriagada.

"Estamos patrullando en las noches, con los jóvenes vigilamos hacia el cerro, anoche estuvimos hasta como las tres de la mañana",

Jocelyn Fernández, vecina del sector.

316 departamentos tiene el complejo habitacional y solamente unos 40 han sido habitados.