Hijo de sanantonino grave por covid-19: "Si no paramos el virus, esto será una catástrofe"
Ricardo Escárate tiene a su padre internado con riesgo vital en la Clínica Reñaca tras contagiarse con el temido coronavirus. Con preocupación, hace un llamado a tomarse muy en serio la enfermedad.
"Ver lo que está enfermedad le está haciendo a las personas y encontrarme con las calles de San Antonio llenas, con más gente que en el verano, es terrible. Esto no puede ser. Allá en Viña uno ve todo cerrado, nadie en las calles, los mínimos comercios están abiertos y aquí no hemos tomado la conciencia necesaria para combatir esta enfermedad porque si no paramos este virus ahora, esto se va convertir en una catástrofe".
Así de categórico es el sanantonino Ricardo Escárate para referirse a la angustia que le provoca la propagación en nuestra zona del temido coronavirus. Y tiene toda la razón para tener miedo, porque su padre, L.E.M., de 71 años, es uno de los sanantoninos que se encuentra grave por covid-19. Está internado con riesgo vital en la Clínica Reñaca del Mar.
Contagio
"Mi papá ingresó al hospital de San Antonio el 24 de marzo con un cuadro de neumonía. Por protocolo lo mandaron a una sala de aislamiento donde le hicieron el test, que salió negativo. Fue entonces cuando llegó la primera infectada que venía de Algarrobo que la ingresaron a la misma pieza donde estaba mi papá aislado y ahí se contagió", denuncia el hijo del conocido comerciante de pescados y mariscos afectado.
Según su relato, todo fue muy rápido. De hecho antes del contagio su padre iba a ser dado de alta, pero en cuestión de horas todo cambió. "Conversamos con él en la noche del miércoles como lo hacíamos todas las noches y estaba bien, de hecho, le tomaron una foto porque no tenía ningún síntoma diferente a lo que había ingresado. Esa misma noche empezó a sentirse mal. Pasadas las 22 horas ya casi no podía respirar, a las 12 de la noche ya estaba crítico y a las dos de la mañana nos llamó el doctor para decirnos que mi papá estaba agónico".
Dramático
De ahí en adelante todo fue angustia. A las pocas horas el médico tratante en San Antonio le dijo a Ricardo Escárate que a su padre le harían "unos análisis que faltaban, y que si de ahí a un par de horas no se estabilizaba sus probabilidades de vida seguirían bajando. Trasladarlo así como estaba era imposible porque no iba a resistir, ya que en su condición cada minuto que cuenta es clave".
Con el paso de las horas "lograron estabilizarlo dentro de la gravedad que tenía y se consiguió el traslado a la Clínica Reñaca, sin saber si sería capaz de resistir el viaje. Pero como había una posibilidad, se tomó la decisión. Viendo que estaba respondiendo de a poco se pudo hacer el viaje", cuenta Ricardo rememorando la verdadera travesía por la vida que protagonizó su padre.
Ya en Viña del Mar, la tensión fue todavía más grande. "Nos tocó esperar y uno veía, igual que en las películas, que corría gente de un lado a otro. Después de una hora y media, nos dicen que mi papá había llegado prácticamente muerto, con las pulsaciones del corazón al mínimo y con problemas en los riñones, pero lograron estabilizarlo".
Esperanza
Con el transcurso de las horas las noticias comenzaron paulatinamente a ser un poco más alentadoras. No definitivas, pero por lo menos la familia se aferró a la esperanza, ya que el sábado les "avisaron que había resistido la diálisis, y seguía luchando con riesgo vital. Se mantuvo igual hasta el domingo. En la tarde de ese día nos dijeron que por lo menos ya no le estaban suministrando oxígeno a la fuerza. Aunque seguía con el respirador mecánico, estaba empezando a recibir poquitas cantidades de oxígeno".
Al cierre de esta edición el comerciante sanantonino seguía con diagnóstico estable dentro de su gravedad. Así lo confirmó el propio Ricardo al comentar que "hoy día (ayer) lo que sabemos es que sigue en estado crítico, pero se mantiene estable, está respondiendo al tratamiento. Sigue dependiendo de las máquinas para vivir, pero los medicamentos están haciendo efecto y hay pequeños avances, pero la evaluación se hace cada 24 horas".
Por eso Ricardo Escárate quiso dar esta entrevista. Básicamente porque hasta hace muy poco su padre no figuraba en ninguna lista y para él y su familia el coronavirus era un tema de las noticias.
"Es como si la gente no entendiera lo grave que es todo lo que está pasando. Aquí nos estamos enfrentando a una cuestión muy grave. No esperen a estar en la situación mía, con el dolor y la incertidumbre por mi padre que está a punto de fallecer para que tomen conciencia", afirma.
"Trasladarlo así como estaba era imposible porque no iba a resistir, ya que en su condición cada minuto que cuenta es clave",
Ricardo Escárate
71 años tiene el sanantonino L.E.M., quien está con riesgo vital por el covid-19.