El Tribunal de Garantía de Linares acogió la petición de la fiscalía y extendió hasta el miércoles la detención del expolicía Gary Valenzuela, sospechoso del crimen de la carabinera Norma Vásquez, cuyo cuerpo apareció en un auto afuera de un motel.

La fiscal Carola D'Agostini solicitó el plazo adicional porque está a la espera de antecedentes adicionales de la autopsia, declaraciones de más testigos y otra diligencias que prefirió mantener en reserva.

Valenzuela fue detenido el sábado luego que fuera visto saliendo del motel sin su acompañante y que en la habitación en que había estado encontraron rastros de sangre. El exsubteniente fue hallado por detectives de la PDI en un bosque de Yumbel, en la Región del Biobío.

La fiscalía dijo que sus pesquisas apuntan a la correcta tipificación del delito que imputarán, pues la carabinera de la 26° comisaría de Maipú había denunciado que sufrió abuso sexual.

Valenzuela había sido dado de baja hace unas semanas. El exsubteniente era parte de un grupo de uniformados que presuntamente ocultó las circunstancias en que se produjo la fatal golpiza que sufrió un hombre afuera de la estación de Metro Del Sol, en Maipú, el 20 de octubre de 2019.

Leo Riquelme

E n la que viene a ser la primera tragedia de este tipo en Latinoamérica relacionada con las prohibiciones por el coronavirus, unos 13 jóvenes murieron en la noche del sábado cuando trataban de huir de una redada policial realizada en una discoteca del distrito limeño de Los Olivos, en Perú.

La policía llegó a las 21 horas y exigió que primero salieran las mujeres. Ahí hubo una estampida y las personas se atascaron en la única entrada del local, llamado Thomas y situado en un segundo piso.

Los decesos se produjeron por asfixia y aplastamiento, pues las puertas estaban cerradas y solo abrían hacia adentro. "La gente se alocó", dijo un asistente a RPP.

Aunque testigos y familiares de las víctimas lo desmienten, el Ministerio de Interior aseguró que los efectivos no utilizaron gases disuasivos ni armas para sacar a los 120 asistentes de la discoteca, que según funcionarios y publicaciones en Facebook abría todos los sábado desde julio, a pesar de las prohibiciones de reunión ordenadas por la pandemia en Perú.

Testimonio

La mamá de una de las fallecidas exigió justicia. "Mi hija recién había entrado a la discoteca y no había tomado. Tenía 22 años y era universitaria. Me quitaron a mi hija", declaró, insistiendo en que testigos les han dicho que sí se lanzaron lacrimógenas.

El jefe de la policía, general Orlando Velasco, explicó que el operativo se hizo tras recibir denuncias de vecinos por ruidos molestos. En el hecho resultaron 22 personas detenidas, a quienes se les aplicó PCR. El Ministerio de Salud informó a mediodía que de ellos 15 tenían coronavirus, de los cuales 13 están aún en la fase contagiante. "Ha habido un foco de infección muy grande", comentó un representante de la cartera, Claudio Ramírez.

Los dueños de la discoteca fueron detenidos y la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sasieta, los responsabilizó: "Unos empresarios que con afán de lucro congregaron a 120 muchachos y ese afán y avaricia han ocasionado lamentablemente la muerte de estos jóvenes", sostuvo.

El presidente de Perú, Martín Vizcarra, se sumó y pidió castigos ejemplificadores: "Tengo pena y tristeza por las personas y los familiares de quienes han perdido la vida, pero también tengo cólera e indignación por los responsables de organizar este tipo de eventos", admitió.

120 personas asistieron a la la fiesta que terminó en tragedia en Lima.