Carlos Berríos y los desafíos de un supervisor de patio en el puerto de San Antonio
Con 33 años de carrera en el terminal local, este sanantonino asegura ser un "hombre de puerto".
Carlos Berríos Aguirre (57) asegura ser un "hombre de puerto". Su carrera inició hace 33 años en San Antonio, ciudad que lo vio nacer, crecer, le dio una familia y amigos. Hoy se desempeña como supervisor de patio en Muellaje del Maipo, especialidad encargada de asignar las faenas que se van a realizar en el turno, asistir al equipo de trabajo y a las naves que recalan o zarpan. En ese sentido, explica que si tuviera que nacer nuevamente, su vida sería en el puerto de San Antonio.
Hace nueve años que este sanantonino presta servicios de supervisor en Muellaje del Maipo. Casado y con tres hijos, relata el día laboral a los suyos una vez terminado el turno, instancia en la que aprovecha de explicar las bondades del puerto que más carga transfiere en Chile y aclarar la definición de su rol.
"Nosotros somos los que distribuimos a las personas dentro del área de trabajo, vemos los movimientos en el patio y organizamos a la gente en el gate. Dependiendo de la necesidad del terminal organizamos turno a turno", detalla Berríos, agregando que la seguridad es un factor relevante para que las operaciones sean exitosas en los terminales portuarios.
"Lo fundamental es estar pendiente de la seguridad, que sea con los mejores estándares. Es clave que el equipo completo se sienta seguro haciendo su trabajo. Estamos para cuidar a los trabajadores portuarios porque acá hay maquinaria y contenedores que pesan toneladas", asegura.
-¿Cómo inicia el turno un supervisor de patio?
-Cuando llegamos al turno nos juntamos y damos la charla de seguridad. Ahora, por la pandemia, se hacen escritas y se entrega un listado con las tareas a cumplir. Luego supervisamos a todo el personal que se encuentra en patio y el que está manejando maquinaria pesada. Somos cuatro supervisores que además debemos entregar todo tipo de información a los trabajadores de Muellaje del Maipo.
-¿Cuáles son sus principales desafíos en el terminal?
-Con las distintas experiencias vividas en el terminal hemos aprendido mucho como equipo. En cada turno hay que identificar posibles peligros y para eso nos preparamos como supervisores. Los peligros pueden estar desde que ingresas al recinto portuario o de camino a casa. Hemos aprendido que en la faena se debe ser muy cuidadoso en lo que se hace o dice. También tenemos buena comunicación con el área de prevención. San Antonio es conocido como uno de los puertos más productivos, no por nada somos el octavo de América Latina en transferencia.
-¿Con cuántas personas trabaja por turno?
-Con un promedio de 30 personas y las cargas las vamos repartiendo en el terminal dependiendo de los metros o el peso que tengan.
-¿Su familia es de tradición portuaria?
-Sí. Mi historia nació de pequeño junto a mi padre que era estibador, yo lo seguía porque ellos se embarcaban en Puertecito. Gracias a él descubrí en profundidad el puerto. En mi familia somos seis hermanos, tres hombres y tres mujeres, de ellos fui el único que se dedicó a esto. En la actualidad me da orgullo saber que hay jóvenes interesados en ingresar al sistema portuario de San Antonio. Además, hay personas destinadas a capacitar. Todos empezamos como movilizador, yo me inicié de esa forma.
-¿Cómo es su proyección actual en el puerto?
-Yo llegué a mi tope que es supervisor en Muellaje del Maipo. Estoy contento y agradecido. El puerto te da seguridad, un pasar mejor. Todo esto lo hago para sacar adelante a mi familia. Agradezco mucho a la vida por las oportunidades, hay que tomarlas cuando llegan.