Las olvidadas sardinas
Parientes cercanas de las anchoas y un poco más lejanas de los pejerreyes, las sardinas corresponden a ese típico pescado que todos conocemos y que incluso lo tenemos siempre en alguna lata perdida al final de un cajón en casa. Sin embargo, ¿hace cuánto que no comen sardinas?
Antes, cuando en los hogares chilenos se solían hacer entradas como primer plato, la sardina siempre aparecía acompañada de lechuga, tomates y alguna otra verdura; más un huevo duro y tal vez algo de mayonesa. Con mayonesa también, pero dentro de un pan, se transformaban así en un sándwich recurrente en paseos o reuniones dobles de fútbol en algún estadio. Sin embargo, poco a poco, la sardina se fue perdiendo de nuestras comidas y los tarros de conserva comenzaron a juntar polvo en nuestros anaqueles.
Por otro lado está la sardina fresca, que se puede encontrar en las costas de Valparaíso, Biobío y Los Lagos con relativa abundancia. Sin embargo, prácticamente la totalidad de estas existencias suelen ser explotadas de manera industrial para justamente la industria conservera y también la de las carnadas. A todo esto hay que sumar que para el paladar chileno actual, muchas veces la sardina -ya sea fresca o enlatada- es catalogada como un alimento de sabor demasiado fuerte.
Así las cosas, este pescado sigue siendo reconocido por todos pero consumido tan solo por unos pocos. Mala cosa, porque la sardina además de exquisita es saludable (está llena de Omega 3) y suele tener muy buen precio tanto en lata como cuando se encuentra -rara vez- fresca. Y sus usos son múltiples, porque a los ya mencionados anteriormente se pueden incluir cosas como causeos con queso de cabra; como relleno de unos tomates o palta; con un poco de aceite de oliva encima de una tostada o incluso sobre una pasta con salsa de tomates.
Las posibilidades son infinitas, solo hay que preocuparse de tener latas de sardinas en la despensa y usar la imaginación a la hora de meterse a la cocina, tal como se muestra en la receta de hoy.
Ingredientes
(Para cuatro personas)
-½ lechuga escarola
-2 latas de sardinas
-3 tomates
-1 zanahoria cocida
-2 papas cocidas
-1 taza de choclo cocido
-1 taza de arvejas cocidas
-½ taza de aceitunas
-sal, pimienta, jugo de limón y aceite de oliva
Cortar con las manos las hojas de lechuga, de un tamaño que los pedazos quepan sin problema en la boca y disponerlas en un bowl grande. A continuación lavar los tomates, cortarlos en gajos y agregarlos al bowl. Luego, cortar en rebanadas la zanahoria y en cubos medianos las papas y agregar todo al bowl. Añadir también el choclo, las arvejas y las aceitunas.
Finalmente, sacar las sardinas de las latas, cortarlas en pequeños trozos y sumarlas a la preparación. Aliñar con sal, pimienta, aceite de oliva y un poco de jugo de limón. Revolver bien y servir inmediatamente.
Salpicón de sardinas
por Álvaro Peralta / @dontinto