Alejandro González Avilés

Un atochamiento de más de cuatro kilómetros se registró durante la mañana y parte de la tarde de ayer a ambos lados del puente Lo Gallardo, que une las comunas de San Antonio y Santo Domingo, debido a unas reparaciones que se efectúan en una de las calzadas del viaducto.

La gigantesca congestión vehicular generó molestia en los automovilistas, muchos de los cuales tuvieron que esperar hasta más de una hora para circular entre la comuna parque y la ciudad puerto.

Felipe Martínez, quien ayer se encontraba en medio del taco esperando cruzar a Santo Domingo, opinó que "es una situación indignante. Llevamos mucho rato acá y se nota que el flujo casi no avanza. No sé qué pasará".

Jessica Díaz, otra conductora particular, señaló que "es un atochamiento enorme, yo vengo avanzando desde el by pass de Las Dunas y la fila llega hasta la misma rotonda. Hay autos que van por atrás vías, pero nosotros estamos atrapados y rodeados de camiones, porque si te fijas la gran mayoría de los que estamos acá son camiones y eso hace aún más complejo el avance".

Taxi-colectivos

Orlando Berríos, dirigente de los colectivos que van a San Juan, manifestó que "el atochamiento fue gigante. Muchos de nuestros colegas se estaban demorando más de una hora en hacer el recorrido, lo que afecta profundamente nuestro trabajo y a nuestros clientes que estaban realmente molestos".

El dirigente agregó que "incluso un par de colegas que estaban trabajando en la mañana decidieron irse a la casa porque no les sale rentable estar tanto rato en un taco".

Los colectiveros que cubren el trayecto entre San Antonio y Santo Domingo también se vieron afectados. Luis del Moral, dirigente de la línea 1, afirmó que "nuestros asociados tuvieron una mañana realmente complicada con este atochamiento y es que nos estaba tomando cerca de una hora el viaje de Llolleo a Santo Domingo".

13.45 horas de ayer se produjo un choque en la Ruta de la Fruta que involucró a un auto, un camión y una casa rodante. No hubo lesionados.

El pasado 4 de abril Mónica Valdés vivió una traumática experiencia luego de sufrir un portonazo al llegar a su casa en la comuna de San Bernardo, en la Región Metropolitana.

"Trabajo en San Antonio, por lo que viajo todos los días, y llegando a mi casa me hicieron un portonazo. Fue una situación tremenda", aseguró.

Once días después, específicamente el 15 de abril, el auto que le robaron, un Volkswagen Bora, fue encontrado sorpresivamente en San Antonio.

"Sentía que era algo casi imposible, porque no era fácil el tema del ataque y mucho menos que apareciera en San Antonio. Era algo de no creerlo", afirmó.

Nuevo problema

Su auto fue recuperado tras un operativo policial en una bencinera del centro de San Antonio la tarde del 15 de abril y pronto le fue entregado.

Pero no ha podido usarlo en todo este tiempo. El vehículo estaba con las patentes adulteradas, por lo que Mónica debía iniciar los trámites para que las nuevas placas fueran emitidas.

"Fui al Registro Civil para sacar las patentes y así poder usar mi auto. Me explicaron que debía tener el acta de la entrega del vehículo o el número de parte para hacer el trámite", explicó.

Agregó que "eso se hace en la fiscalía. Fui varias veces y no me daban el papel que necesitaba. Apenas me atendían, me daban un número al que me tenía que contactar y nunca contestaban. Eso solo aumenta la frustración de uno y me volví a sentir desprotegida".

Valdés precisó que luego de muchos días de insistencia, ayer le fue entregado el documento.

"Lo que más me molestó fue la deficiente atención que recibí en la fiscalía. Uno como víctima espera que le faciliten las cosas y no que lo tramiten tanto", culminó Mónica Valdés.