La innovadora sanantonina que convierte los viejos discos compactos en joyas a la moda
Aunque creía que las manualidades no eran su fuerte, Fabiana Meléndez decidió jugársela y explorar la creación de novedosos aros. Hoy lleva siete años con su emprendimiento y ha reciclado 7.500 CDs.
Aisha Joyas es el nombre de la marca que Fabiana Meléndez Farías inventó hace siete años y seis meses, en medio de un importante momento personal y familiar.
"El 2011 me hice independiente con un bazar y paquetería, que estaba en una galería en Llolleo, y duré dos años con ese emprendimiento. A mi hijo lo diagnosticaron con TEA (trastorno del espectro autista) y tuve que cerrar ese negocio, porque debíamos ir a los tratamientos, viajar e ir a controles", explica la sanantonina de 37 años.
-¿Cómo enfrentaste esta noticia?
-Al principio fue chocante, porque es un tema que desconocía totalmente. Sebastián siempre fue introvertido, pasamos por varias etapas y de colegio en colegio, y siempre que lo mandaban al sicólogo me decían que era déficit atencional.
-¿Se equivocaron de diagnóstico?
-Sí, si pasé por tres sicólogos.
El proceso
El recorrido por distintos especialistas para entender qué ocurría con Sebastián, su único hijo, terminó cuando él tenía nueve años. "Llegamos a un médico que le hizo un test y descubrieron que él es TEA. A pesar de que señalaron que podía ir a una escuela regular, debía ir media jornada y yo quería buscar una escuela chica para él, pero todas tenían jornada completa".
Tras un largo proceso de búsqueda, Fabiana encontró un establecimiento educacional que se adaptara a sus necesidades. "Cuando tenía 11 años llegamos a la Escuela Especial Aitué, que está en Placilla, y ahora él está súper bien, comparte con sus compañeros y hace todas las actividades", cuenta sobre su hijo, quien ya tiene 18 años.
Las personas que tienen la condición o trastorno del espectro autista procesan la información de manera diferente, lo que les genera dificultades en las interacciones sociales. En el caso de su hijo, ella detalla que "su condición es leve, él habla, lee y comprende la lectura. Pero a él no le gusta la sociabilización, eso le afecta, no le gusta estar con mucha gente ni los ruidos muy fuertes, él es hipersensible y prefiere sus espacios".
-¿Cómo ha sido este proceso para ti?
-A modo personal, fue difícil pensar en cómo yo iba ayudar a Sebastián a enfrentar a la sociedad. Hasta hoy me da miedo, porque creo que la sociedad no está preparada para interactuar con gente con diferentes temas de discapacidad, sea intelectual o física. Por ejemplo, hace dos años si yo lo mandaba solo en la micro pensaba que si le decían algo él se iba a cortar, no iba a saber reaccionar, y esos miedos todavía los tengo.
Ella añade que comprender el diagnóstico "fue súper difícil, no tanto para mí sino para el entorno familiar. Explicarles qué es lo que le pasaba a Sebastián y que no lo trataran como si tuviera una enfermedad, porque esto no es una enfermedad, es una condición de vida. Pero ahí estuvieron todos apoyándolo para que saliera adelante, tanto mis papás como mi pareja, que es el papá del Seba".
Aisha Joyas
Mientras afrontaba y comprendía el diagnóstico, comenzó a buscar opciones para trabajar. "La independencia siempre me ha gustado y además con todo esto de Sebastián yo decía 'tengo que hacer algo donde pueda detener lo que estoy haciendo y partir a ayudarlo cuando lo necesite'. Entonces, tenía que hacer algo desde la casa, con mi tiempo y que me gustara, y ahí cree Aisha".
Aisha Joyas es el nombre de su marca de joyas, las que son elaboradas a mano por ella a partir de discos compacto desechados. "Buscando en internet llegué al trabajo con CD y me di cuenta que acá en San Antonio nadie hacía este tipo de productos, me dije 'hay que probar' y partí con mis primeros aros", recuerda la emprendedora, quien además vende cadenas, anillos y pulseras, las que se pueden conocer en el Facebook Aisha online y en el Instagram @aishajoyas.
-¿Qué significa Aisha?
-Proviene del árabe y significa "mujer empoderada que cumple sus metas". Me gusta esa cultura y me cautivó ese nombre, por eso lo elegí. Está más que claro el significado.
-¿Te imaginaste creando un producto con tus manos y que fuese un aporte para la sociedad?
-No, porque en el colegio era súper fome en las manualidades, ni siquiera era buena para el dibujo. De hecho, a mi mamá le gustan las manualidades y cuando yo la veía haciéndolas pensaba 'yo no me veo en eso', pero en el camino descubrí que podía hacerlo.
-¿Y el medio ambiente era una preocupación que tenías de antes?
-Yo no era de reciclar nada, pero me di cuenta que la tecnología iba avanzando y que tenía muchos CD en la casa y ahí pensé que podría hacer algo con ellos. Ahora tengo más conciencia con el tema del medio ambiente, de hecho, a la fecha llevo más de 7.500 CD convertidos en joyas. Son 7.500 cds que no van a la basura y eso es una ayuda al medio ambiente, no es tanto, pero es un granito con el que colaboro como recicladora.
Trayectoria
Fabiana partió presentando sus productos en ferias de San Antonio. "Ahí me di cuenta que los aros llamaban la atención y que era un buen negocio", afirma.
-Se podría pensar que la gente es más tradicional en San Antonio respecto a los accesorios, ¿qué has observado tú?
-Sí, es bien tradicional, como que le tenían miedo al material, pero empecé a hacer diseños similares a la moda y se empezaron a vender más. Siempre me estoy fijando en los modelos y colores que están en tendencia, hago un estudio de mercado. Además, no trabajo con fantasía, sino con plata y acero, me preocupo de que tengan buenas terminaciones.
Luego de vender en la comuna, se motivó a ampliar sus horizontes y continuó perfeccionando sus creaciones. "No he participado en cursos de técnicas, todas mis mejoras han sido personales", destaca la sanantonina, quien además es una de las dueñas de la tienda de regalos Rincón Creativo, ubicada en Llolleo.
-¿Alguna vez te cuestionaste seguir con el emprendimiento?
-Al principio, porque yo no tenía un lugar físico para vender y recién estaba manejando las redes sociales, entonces todo era nuevo y vendía solo cuando estaba en una expo, un par de días al mes y era. A los dos años, cuando estaba más firme, empecé a ir a ferias de emprendedores a ciudades como Santiago, Valparaíso y Viña del Mar y eso me permitió hacerme más conocida y aumentar las ventas de los productos que hago.
-¿Qué le aconsejarías a los futuros emprendedores?
-En este tiempo es bien difícil, pero les recomiendo tener la idea clara de qué producto quieren vender y a qué público quieren llegar. Y no tener miedo a equivocarse, al fracaso, porque no pasa nada, aparte de tener una mala experiencia, pero de eso hay que sacar lo bueno.
-¿Qué es lo más relevante que te ha sucedido con Aisha?
-Hacerme conocida, que reconozcan mi trabajo, estar ayudando al medio ambiente, recibir las felicitaciones de la gente y tener buenas clientas que me recomiendan. Todo eso ha sido satisfactorio, he ido de menos a más y eso es bueno. Me doy cuenta que estoy bien con lo que elegí.
"Agradezco haberme iluminado y haber creado esta marca y este producto. Yo amo mi emprendimiento, le pongo mucho cariño y pasión a lo que hago, quiero sacar lo mejor de mí y mostrarlo en mi trabajo. Aisha es mi pasión", sostiene orgullosa la innovadora emprendedora.
"A él no le gusta la sociabilización, eso le afecta, no le gusta estar con mucha gente ni los ruidos muy fuertes, él es hipersensible y prefiere sus espacios",
Fabiana Meléndez, en relación a su hijo con TEA
"(Aisha) Proviene del árabe y significa "mujer empoderada que cumple sus metas". Me gusta esa cultura y me cautivó ese nombre",
Fabiola Meléndez