La sicopedagoga que crea prendas exclusivas para hombres y mujeres
La llolleína Pía Fuentes compró una máquina de coser pero ni siquiera sabía cómo usarla. A un año del inicio de su emprendimiento, está feliz con la respuesta de sus fieles clientes.
La sicopedagoga Pía Fuentes Mendoza (27) buscó qué podía hacer para compatibilizar su vida personal y el trabajo en medio de la pandemia.
El encierro la tenía un poco agobiada y quería encontrar algo para distraerse, que pudiera ser útil y que también la motivara día a día.
"Soy mamá y profesional, pero también uno tiene que pensar en sí misma para estar bien y para seguir funcionando de manera adecuada, porque hay que cumplir con muchas cosas. Entre ellas está mi trabajo, preocuparme por mi casa y también por todo lo que mi hijo necesite", asegura.
Profesional
Pía tiene un hijo de nueve años que se encuentra con clases online en la casa familiar de Llolleo debido a la pandemia del covid-19.
Ella, por su parte, también se encuentra laborando de forma remota, pero debe asistir a su lugar de trabajo para realizar turnos éticos varios días a la semana.
"Nadie se había enfrentado a esto y, por lo mismo, sé que no soy la única que tiene que compatibilizar el trabajo con muchas cosas y hacer que todo resulte de la mejor forma, porque hacer mucho, pero que nada salga bien, no es la idea", comenta la joven llolleína.
-¿Por qué decidiste estudiar sicopedagogía?
-Yo decidí estudiar esta carrera cuando mi hijo tenía solo cinco meses. Fue un gran desafío para mí, porque él era pequeño. Opté por esta profesión porque tenía la convicción de querer ayudar, aportar y enseñar a los niños a superar dificultades en el aprendizaje.
-¿Por qué no una pedagogía, por ejemplo?
-Porque el profesor enseña, en cambio, lo que yo quiero y hago es ayudarlos a superar obstáculos que se pueden presentar en el aprendizaje para que los niños puedan desarrollarse de mejor forma. Es una carrera que me apasiona y me llena mucho al ver los logros que alcanzan los alumnos.
Creatividad
Pía siempre ha sido muy creativa y amante de la moda, lo que la motivó a crear un emprendimiento el año pasado, justo cuando la pandemia y el confinamiento comenzaron a modificar la rutina.
"Quería ocupar parte de mi tiempo en algo que me distrajera, pero que me gustara y que fuera mi espacio de relajo. Como me gusta tanto la ropa, pensé que podía darles una nueva vida a las prendas en desuso", sostiene,
-¿Sabía de cosas manuales?
-Soy buena para las manualidades y además soy súper creativa, pero yo lo quería relacionar con la ropa. La verdad es que no tenía idea sobre costura, solo lo básico.
-¿Cómo lo hizo entonces?
-Tomé una decisión bastante precipitada la verdad. Como me quería dedicar al área de la costura, compré una máquina de coser sin saber cómo usarla y sin tener mayores conocimientos.
Antes de que la nueva máquina llegara a su casa, Pía buscó un curso gratuito por internet para aprender lo básico sobre su uso y así estar preparada para el día que la recibiera.
"Llegó la máquina y ya sabía algo, por lo menos mucho más que cuando la compré, de eso no hay duda. Empecé a practicar con lo que tenía, a diseñar prendas intervenidas y me lancé con todo para echar a andar un emprendimiento cuya intención es crear prendas únicas en base a ropa en desuso", afirma entre risas.
-¿Qué pensaron sus cercanos sobre el negocio?
-Mi mamá y mi pareja me apoyaron desde el inicio. La sorpresa fue inmensa cuando les conté, porque les dije que había comprado la máquina y eso era lo que más asombraba, ya que nadie se imaginó que yo haría algo como esto.
"Cuando miro para atrás, pienso que elegí lo correcto, a pesar de que al comienzo lo veía como algo imposible. Pensaba que aprender a usar una máquina de coser era muy complejo", expone.
Avanzar
Compatibilizar su trabajo como sicopedagoga y su emprendimiento ha sido una las cosas más complejas, pero confiesa que lo ha podido sortear de la mejor manera.
"Estas son dos cosas que amo mucho, me encantan y gran parte del día me dedico a mi trabajo como profesional. Al llegar a la casa y a primera hora estoy cosiendo. Me relaja y es como una terapia en medio de todo esto que vivimos como país", manifiesta.
El emprendimiento de Pía funciona a través de Instagram (@_elgatoloretto), donde comparte fotografías de sus distintas creaciones.
Cuenta, además, que, desde mayo del año pasado, cuando partió con este nuevo desafío, la recepción del público ha sido muy buena gracias a su propuesta única e innovadora.
"Mi mayor recompensa es cuando veo una prenda terminada y que alguien la use, porque al principio, cuando empiezo a crear algo nuevo, son solo trozos de tela. Ahora tengo como una técnica mixta porque no son solo telas reutilizadas, sino algunas son nuevas para dar otros detalles", explica la emprendedora.
-¿De dónde viene el nombre de la tienda?
-Mi gata siempre está conmigo cuando estoy cosiendo, y mi mamá, que toda la vida ha sido mi mayor apoyo, se llama Loretto. Fue como un juego de palabras para representarlas a ambas.
"Ha pasado un año desde que partí con esto y recién hace poco vi los reales frutos que trajo, porque si bien yo vendía prendas y todo, al comienzo es mucho de práctica, de mejorar la técnica y de crecer también, porque uno se embarca en esto sin saber mucho si funcionará", añade.
Si bien a futuro puede que tenga que volver a trabajar todos los días de forma presencial, no le gustaría dejar este oficio.
"Siento que he crecido harto en este año y que este emprendimiento me permitió probar suerte con algo propio. Sé que una vez que pase la pandemia las cosas serán distintas, pero no veo un impedimento para seguir adelante. Es cosa de plantearse mejor las cosas, quiero seguir ayudando a los niños y también seguir creando prendas únicas", anuncia.
Pía Fuentes cuenta siempre con un stock disponible de prendas, pero explica que también se pueden personalizar según los gustos y requerimientos de los clientes.
"Todo lo entregamos por delivery, a la puerta de la casa. Algo que siempre digo es que cada prenda es única, no se repite. Lo que también se puede hacer es que en base a una de mis creaciones la gente se guíe y así poder crear otra cosa, nuevamente única", puntualiza.
"Opté por esta profesión porque tenía la convicción de querer ayudar, aportar y enseñar a los niños a superar dificultades en el aprendizaje",
Pía Fuentes,, sicopedagoga
"Empecé a practicar con lo que tenía, a diseñar prendas intervenidas y me lancé con todo para echar a andar un emprendimiento",
Pía Fuentes
"Cuando miro para atrás, pienso que elegí lo correcto, a pesar de que al comienzo lo veía como algo imposible",
Pía Fuentes