Diego Gotelli C.

Varios estruendos sucesivos alertaron la noche del martes a los vecinos de calle Andes con General Horacio Toro, en Peñalolén, Región Metropolitana. Aunque algunos lo asociaron a los habituales fuegos de artificio que se detonan en la zona, otros al asomarse a la calle descubrieron que fue otro el origen, pues frente a sus casas yacían tres jóvenes ensangrentados en la vereda.

Segundos antes, los tres habían sido baleados tras una discusión que mantuvieron con un automovilista.

Según la investigación, las víctimas, que eran familiares, conversaban fuera del hogar de uno de ellos cuando vieron pasar al conductor, quien habría ido a exceso de velocidad. Esto habría molestado a los dos primos y un cuñado, quienes lo emplazaron. Testigos afirman que lo instaron a tener cuidado por la presencia de niños en el sector.

La respuesta del conductor hasta ayer era un misterio. Lo que sí sabía la policía es que tras la acción de los parientes el conductor del vehículo retrocedió, sacó un arma y les disparó una cantidad indeterminada de tiros. Se indagaba si entre medio hubo una pelea.

Las víctimas malheridas fueron auxiliadas por otros familiares, quienes los trasladaron al Hospital Luis Tisné con tanta prisa que en el trayecto chocaron contra una reja del bandejón de avenida Las Torres con Central.

Auxiliados por personal del hospital cercano al lugar del accidente, los jóvenes de 18, 19 y 20 años fueron llevados a urgencia. Pero era tarde. Uno llegó fallecido y los otros dos murieron al poco tiempo.

"Este país está fracasando en el control de las armas", lamentó la alcaldesa Carolina Leitao, quien recalcó que hace meses viene alertando un aumento de la violencia en los hechos delictuales.

El autor del tiroteo se fugó y la PDI trabajaba en hallarlo. Algo que podría estar cerca de concretarse pues ayer por la tarde se entregó un acompañante del tirador, quien iba con él en el auto al momento del ataque. La Fiscalía dijo que declaró en calidad de testigo.

Con sorpresa para los turistas que recorrían la bahía de Valparaíso, decenas de delfines fueron vistos ayer desplazándose en la orilla del muelle Prat. La Capitanía de Puerto estimó que se trataría de una manada de entre 50 a 100 ejemplares, los que no representarían un riesgo para las personas. Desde Sernapesca informaron que los cetáceos corresponderían a la especie delfín de Risso, familia distinta a los tipo "Nariz de Botella" que fueron avistados hace unos días en Papudo. Desde la Armada señalaron que la visita de estos mamíferos es normal en el verano, y podría deberse a la mayor cantidad de embarcaciones que se ven en esta época, naves que ellos suelen seguir.

A un año y medio de ocurrido el crimen, el Tribunal Oral en Lo Penal de Linares sentenció ayer a presidio perpetuo simple al exteniente de Carabineros Gary Valenzuela, condenado por el delito de femicidio consumado contra la carabinera Norma Vásquez.

En su sentencia el tribunal acreditó que Valenzuela asesinó a la víctima, de 20 años, en un motel y luego ocultó y abandonó su cuerpo en el maletero de un auto hallado en Linares el 22 de agosto del 2020. Según se dijo en el alegato de clausura, ambos mantuvieron una relación cuando pertenecían a la institución policial, pero que terminó un mes antes del crimen por una denuncia de violación hacia la mujer.

El condenado además deberá pagar $200 millones a la familia de la víctima como acción reparatoria.

Cientos de personas lincharon hasta la muerte a un hombre en la India, al que acusaban de talar un tipo de árbol sagrado.

"Entre 300 y 400 personas se reunieron y empezaron a golpear al hombre. Cuando murió, incluso intentaron quemar su cuerpo", dijo a la agencia Efe el superintendente de Policía del distrito de Simdega, Shams Tabrez, donde tuvo lugar el incidente.

Una vez se enteraron de la agresión, los oficiales se trasladaron al lugar y con bomberos extinguieron el fuego que ya había sido iniciado. Según Tabrez, el cadáver ya presentaba un 50% de quemaduras.

De acuerdo a la policía, el hombre fue linchado porque solía cortar un tipo árbol en particular para vender su madera, la que tiene valor religioso para la comunidad "munda", una de las 32 tribus reconocidas en el estado occidental de Jharkhand.

El hombre asesinado ya había sido acusado de tala ilegal en octubre, un delito penado en el país por el que pasó un tiempo en la cárcel.

Tras enterarse de lo sucedido, el jefe de Gobierno de la región, Hemant Soren, llamó en Twitter a la Policía a "investigar este asunto tomando todas las acciones legales".

Las tribus indias constituyen apenas el 8,6 % de los 1.350 millones de habitantes de la India, según el último censo de 2011, aunque en Jharkhand representan un 26,2 % de la población.

Esta agresión se produce dos semanas después de que el parlamento del estado de Jharkhand aprobara un proyecto de ley para prevenir la violencia de las turbas y los linchamientos en su territorio.