Comercio reclamó por la permanencia de ambulantes en Bombero Molina
A través de un decreto alcaldicio se extendió el permiso para la instalación de puestos en la céntrica calle hasta septiembre.
Aunque usted no lo crea el comercio ambulante está prohibido en las calles de San Antonio, pero en 2020 la administración de Omar Vera permitió la instalación de puestos en Bombero Molina, como una forma de generar recursos para las familias que lo pasaban mal en medio de la pandemia.
Posteriormente ese permiso, que se otorga a través de un decreto alcaldicio, se extendió. El último vencía a fines de marzo, pero la alcaldía ciudadana alargó el plazo hasta el 30 de septiembre de este año.
En el decreto alcaldicio exento 1317, fechado el 30 de marzo de 2022 se lee: "Autorícese, la utilización del Bien Nacional de Uso Público, ubicado en la franja poniente de la calle Bombero Molina, para venta de artículos menores, con la prohibición de venta de productos alimenticios, hasta el 30.09.2022".
El mismo documento establece normas de funcionamiento, principalmente en cuanto a aspectos sanitarios por la pandemia y el pago por el uso de la calle en el Departamento de Rentas Municipales.
Críticas
La determinación generó críticas entre los comerciantes del centro de San Antonio, que tuvieron un respaldo unánime en la última sesión del Consejo de la Sociedad Civil (Cosoc), donde sus integrantes expresaron su inquietud por la inseguridad que se instaló en este polo comercial de la ciudad.
Sin embargo, como no es un órgano vinculante, la posición no fue considerada y un par de días después se emitió el decreto. Los consejeros aseguran que estos puestos en la calle fomentan la inseguridad en el eje que componen Bombero Molina, Centenario y el paseo Bellamar.
El presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio, Rafael Letelier, quien también es miembro del Cosoc, expuso que "nuestra postura no es de hoy sino que de siempre. Las calles están hechas para que los autos transiten y las veredas para que transiten los peatones", planteó de entrada.
En el fondo de su queja el representante del gremio del comercio formuló que "la instalación de un grupo de vendedores en Bombero Molina genera un problema de seguridad importante en ese sector, en términos de vías de evacuación y también afecta a los comerciantes establecidos en ese sector, que nos han reclamado en innumerables ocasiones y también se lo han hecho saber al director de seguridad del municipio. Estos puestos invisibilizan sus negocios, porque al poner las carpas tapan los locales y no pueden generar ventas".
Según Rafael Letelier, el gremio "no está en contra de ejercer esta noble actividad, como lo es el comercio. La puede ejercer todo el mundo, pero bajo las mismas reglas y condiciones. Los lugares donde se puede ejercer esta actividad son los negocios, con un permiso, no municipal, sino que del plano regulador, porque no se puede ejercer en cualquier lado".
Agregó que "nos parece injusto que las galerías paguen luz, agua, arriendo y sueldos a sus trabajadores, y afuera de la galería, en el espacio público venden lo mismo que ellos".
El reclamo de la Cámara de Comercio se sustenta en la falta de seguridad en el centro. "En el sector céntrico se ve un problema grave de seguridad, delitos, robos y asaltos se producen diariamente. La instalación de estas ventas callejeras impiden el buen actuar de las policías. Les exigimos a las policías que hagan la pega, pero por otro lado les ponemos corta pisos con esto. Cuando existe un problema de seguridad tan grave, todos los actores de la sociedad deben contribuir".
Defensa
Jaime Méndez, presidente del sindicato de comerciantes de Bombero Molina, defendió la permanencia de los ambulantes en la calle del centro. "Desmentimos todas las acusaciones que se hicieron la semana pasada, no tienen fundamento ni argumentos. Dicen que ocupamos los espacios públicos, esto era usado por una empresa privada para estacionamientos y parquímetros. La calle y las veredas siguen funcionando".
El dirigente agregó que "no somos un comercio ilegal, por eso la alcaldesa firmó un decreto y podemos trabajar".
Según Jaime Méndez, "nunca existió un plazo de término para este proyecto, se conversó que se iba a extender el plazo. Nos organizamos, tenemos un sindicato formalizado".
Sobre el problema de seguridad que generaría el comercio callejero, explicó que "nos quieren incluir en los problemas que existen en Centenario y el paseo Bellamar. Nosotros estamos en lo legal, no somos el problema que ocurre en otras partes".
Los ambulantes se instalaron a fines de 2019 y el sindicato tiene 25 socios. "Somos personas de esfuerzo, esto es gracias a la perseverancia y le damos trabajo a otras personas. Nos organizamos, tenemos personas que hacen el aseo en la tarde. Son cosas que aportan a la comunidad. Lo único que queremos es trabajar", sentenció.