La desconocida relación con San Antonio del buque Toltén, hundido en la Segunda Guerra Mundial
José Luis Brito, director del museo local, investigó la participación y el ataque a esta nave en el conflicto bélico, que significó la muerte de 27 chilenos luego de que el vapor fuera torpedeado por las fuerzas nazi frente a las costas de Estados Unidos.
José Luis Brito, el director del Museo de Historia Natural e Histórico de San Antonio, se propuso la titánica tarea de investigar la participación y el hundimiento del buque Toltén en la Segunda Guerra Mundial, sin imaginar que en el camino se encontraría con una desconocida historia que liga a este vapor -construido en Dinamarca en 1938- con el puerto de San Antonio.
De acuerdo a las fuentes bibliográficas consultadas por el también investigador, el buque, que inicialmente fue bautizado como "Lotta" se instaló en abril de 1940 en Talcahuano y 10 meses después, en un acto se discutible legalidad, fue requisado por el gobierno chileno y posteriormente renombrado como "Toltén".
El vapor de bandera danesa, junto a otros cuatro buques que también fueron capturados por Chile, había llegado a Talcahuano gracias un salvoconducto y a la promesa hecha por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile en el sentido que el Gobierno seguiría considerando a Dinamarca como país neutral dentro de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que a esas alturas ya había sido ocupada por Alemania.
En plena conflicto bélico y luego de que el Gobierno chilena decidiera prestar apoyo a Estados Unidos, la marina mercante nacional y la Compañía Sudamericana de Vapores "sufrieron dos naufragios de naves chilenas, primero la fragata Lautaro, incendiada accidentalmente frente a la costa de Perú el 28 de febrero de 1945, y antes de eso, el hundimiento del vapor Toltén, el 13 de marzo de 1942, cuando se dirigía desde Philadelphia a Nueva York, en Estados Unidos", relata Brito en su indagación del caso.
Detalla que el buque, de 85,4 metros de largo y 13,1 metros de ancho, se partió en dos y terminó en el fondo del mar durante la madrugada de ese día "a causa de una explosión provocada por un torpedo de un submarino del tipo U-Boote de la Alemania nazi. El hundimiento de esta nave significó la pérdida de 27 personas de su tripulación que en ese momento en su mayor parte descansaban o dormían".
En este trabajo investigativo se transcribe parte del texto relatado del capitán Kenneth Pugh Gilmore, piloto naval y medio hermano del piloto segundo Norman Pugh Cook, oficial de guardia en el "Toltén" cuando recibió los torpedos alemanes.
Kenneth Pugh Gilmore, padre del actual almirante (r) y senador de la República del mismo nombre, describió los hechos en base a los antecedentes entregados por su progenitor y a conseguidos en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
"En estos relatos se culpa al capitán Aquiles Ramírez por haber obedecido una orden que le dio la patrullera naval estadounidense, y había una serie de antecedentes que el Ministerio había entregado al contraalmirante Gastón Kulczeswki, fiscal de sumario", afirma Brito.
Desde Washington, el representante del Gobierno chileno envío al ministro de Relaciones Exteriores de Santiago, el telegrama N° 86 del 14 de marzo de 1942, donde le señalaba que el departamento de Estado "me acaba de avisar que el vapor Toltén ha sido torpedeado. Único sobreviviente hasta el momento es Julio Faust, encontrado por guardacostas en bahía cerca de Nueva York. Departamento ruega no se den noticias a la prensa sin avisarme previamente para darla simultáneamente".
La nómina de los fallecidos, dada a conocer a la opinión pública, contiene los nombres de 27 hombres. Los textos de la época revelan que el único sobreviviente logró salvarse a bordo de una balsa recogida por una patrullera del servicio de guardacostas de Estados Unidos, a poca distancia del cuerpo sin vida del telegrafista de apellido Poppemberg.
Rumbo a la guerra
El Toltén, motonave de 1.574 toneladas y cuya tripulación está integrada por 29 hombres, zarpa de Valparaíso el 5 de febrero de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, transportando salitre al puerto de Baltimore, en Estados Unidos. El 21 de marzo ya había descargado el salitre en Baltimore, donde se quedó uno de sus tripulantes, el marinero Guillermo Vera Gatica decide bajarse y no seguir en el barco, lo que terminaría salvando su vida.
"En la noche del 12 de marzo de 1942, un grupo de submarinos alemanes había atacado con éxito la costa estadounidense, logrando hundir a 25 buques enemigos en unas semanas. Ante ese escenario, la recomendación para los buques aliados era navegar con las luces encendidas durante la noche y tener la bandera de su país neutral a la vista. Sin embargo, el capitán Aquiles Ramírez aquella noche dio la orden de apagar las luces convirtiendo al buque mercante en un potencial blanco de los alemanes. Entre las 2 y las 4 de madrugada del viernes 13 de marzo de 1942, una fuerte explosión sacudió al Toltén por el costado de babor, a unos 27 kilómetros de la costa de Nueva York. La nave chilena fue torpedeada y se partió en dos con la fuerza de la explosión, lanzando al mar al fogonero Julio Faust Rivera, quien logró subir a una balsa vacía del buque. El Toltén se hundió en menos de seis minutos, sin dar tiempo a la tripulación para sacar los botes salvavidas, muriendo ese día 27 de los 28 tripulantes que quedaban a bordo. En la actualidad los restos del buque son visitados a menudo por buceadores que hacen turismo en el lugar", relata Brito.
La prensa
En Chile la noticia fue publicada cuatro días después. En su edición del 17 de marzo de 1942, el Mercurio de Valparaíso, el diario de habla hispana más antiguo del mundo, señaló: "Dolorosa impresión causa el hundimiento del vapor Toltén, torpedeado mientras navegaba hacia el puerto de Nueva York y poco antes de ser torpedeado se le había dado la orden de apagar las luces. De la tripulación de 29 hombres -todavía no se sabía que uno de los marineros se había bajado-, solo se ha salvado el fogonero Julio Faust Rivera, quien relata la forma como se produjo el hundimiento en breves minutos".
Ese mismo día la Compañía Sudamericana de Vapores (Csav), que operaba el buque por encargo de la Armada, entregó a la prensa nacional una declaración pública donde explica que se enteraron de la tragedia a las 21 horas del sábado 14 de marzo y "fue puesta en conocimiento inmediato del Gobierno, quien estimó guardar reserva mientras se confirmaban las informaciones que con anterioridad habían enviado a la Cancillería".
La ceremonia fúnebre se realizó el lunes 23 de marzo de en la Iglesia del Espíritu Santo en Valparaíso, con una misa oficiada por el capellán de la Armada, Ramón Velásquez.
"Los responsos estuvieron a cargo del obispo de Valparaíso, monseñor Rafael Lara Infante y en la ocasión el capellán Julio César Barrientos Ruz pronunció unas sentidas palabras que hicieron llorar a los presentes, pues reflejo el sentir de muchos chilenos", escribió la prensa.
Relación con San Antonio
José Luis Brito afirma en su investigación que la actuación del Toltén en la Segunda Guerra Mundial es, en general, un capítulo poco conocido de la historia de Chile. Por eso, muy pocos saben que uno de los tripulantes era originario de la comuna de El Monte, cerca de Melipilla, y que tenía una relación con San Antonio.
"Se trata de Manuel Jesús Santibáñez Meza, técnico mecánico, segundo oficial de ingenieros del Toltén y uno de los fallecidos en el ataque alemán. Nació el 21 de mayo de 1901 en El Monte y murió a los 41 años de edad", cuenta Brito en su trabajo.
"Manuel Santibáñez era casado y tuvo una sola hija, Mercedes, quien se radicó en la comuna de San Antonio, específicamente en la avenida Ramón Barros Luco. Sus restos descansan en el cementerio Parroquial de la ciudad puerto", añade el historiador sobre esta desconocida relación entre el Toltén y San Antonio.
Este hombre de mar trabajó en varias embarcaciones, entre ellas el vapor "Mercedes", que en una oportunidad lo dejó en tierra por estar enfermo y el barco terminó naufragando. En otra ocasión salvó con vida luego que el vapor "Arauco" encallara en las islas de Quilimarí.
Si bien Manuel Jesús Santibáñez Meza siguió viviendo en El Monte, visitaba regularmente San Antonio, donde vivía su hermano Francisco, un buzo de escafandra que trabajó en la Dirección de Puertos en San Antonio.
"En 1938, Francisco Santibáñez Meza encontró, mientras buceaba, dos cañones navales tipo carronada, pertenecientes a un buque naufragado en Cartagena. Uno de ellos todavía permanece en el frontis de la Gobernación Marítima de San Antonio. El hermano del tripulante del Toltén también residió en la avenida Barros Luco, en Barrancas. Falleció en San Antonio y sus restos se encuentran también en el cementerio Parroquial de esta ciudad".
Especulaciones
En su investigación Brito sostiene que "por muchos años se especuló en Chile que el hundimiento del Toltén había sido provocado por un submarino estadounidense, para hacer creer a Chile que había sido Alemania y así hacer entrar en guerra a nuestro país contra el Eje. Esta historia se mantuvo en el tiempo hasta que se demostró que había sido un submarino alemán".
Brito aporta que "ante la presión de Estados Unidos, Chile rompe relaciones con los países del Eje, el 20 de enero de 1943, y el Congreso autoriza al Presidente Juan Antonio Ríos para entrar en guerra contra el Eje y específicamente contra Japón, declarando la guerra el 11 de abril de 1945, transformando oficialmente a Chile en el último país en entrar en la guerra y por parte de los aliados".
"En ese momento Estados Unidos entregó a Chile varias piezas de artillería costera para defender cuatro puertos: Antofagasta, Tocopilla, Caldera y San Antonio, instalándose en cada uno de ellos dos baterías, cada una con dos cañones Puteaux de 155/30 mm de origen francés, con el fin de impedir que los japoneses invadieron estos puertos y se llevaran el cobre, elemental en algunas piezas de diferentes armas. Con este fin se creó el Cuerpo de Defensa de Costa, que más tarde se transformaría en la Infantería de Marina. En San Antonio, se crea el Grupo Motorizado N° 4 del Cuerpo de Defensa de Costa", aporta Brito.
"La nave chilena (Toltén) fue torpedeada y se partió en dos con la fuerza de la explosión, lanzando al mar al fogonero Julio Faust Rivera, quien logro subir a una balsa vacía del buque".
"Entre las 2 y las 4 de madrugada del viernes 13 de marzo de 1942, una fuerte explosión sacudió al Toltén por el costado de babor, a unos 27 kilómetros de la costa de Nueva York".
"El Toltén se hundió en menos de seis minutos, sin dar tiempo a la tripulación para sacar los botes salvavidas, muriendo ese día 27 de los 28 tripulantes",
José Luis Brito