M.L.M.
El desánimo y la motivación parecen haber desplazado a la ansiedad y el miedo como sensaciones hoy prevalentes en la población durante la pandemia. No pocos han sentido durante el confinamiento que los días no ofrecen nada nuevo, como si estuviéramos en un círculo similar al que vivía el protagonista de la película "El día de la Marmota", donde todo se repetía cada 24 horas.
Esta falta de motivación es para los especialistas la "languidez pandémica".
"Es parecido a lo que podríamos pensar de un sentimiento de desvitalización, de no tener chispa por las cosas, de estar funcionando en un estado de ya no estar tan asustado, ni tan deprimido, ni con tanta ansiedad, pero sí con poca vitalidad para las cosas que vienen. De que no estamos con un completo bienestar, no estamos deprimidos, pero sí hay una suerte de que falta el deseo", describe Rodrigo Gillibrand, siquiatra y académico de la Universidad de Chile.
En efecto, la pandemia y sus derivadas -léase encierros, teletrabajo, poca vida social, restricciones- han repercutido en el ánimo de las personas. Y si encendemos la TV o la radio, nos percatamos de que (a más de un año de iniciada la crisis y vacunas, incluso, mediante) todo parece seguir igual. Como en "El día de la Marmota".
"Hay un problema de agobio porque son muchos meses de pandemia, además nosotros veníamos del estallido, el que ya rompió nuestra sensación de normalidad aparente (...), la incertidumbre, el cansancio, el encierro, son situaciones que pueden llevar a una desmotivación o a este concepto de languidecer", agrega Marcela Ferrer, académica de sociología también en la "casa de Bello", para quien la solución es una intervención social.
¿qué hacer?
Por ahora, dice Gillibrand, fantasear. Es decir, al sentirse desvitalizado, pensar en acciones que se puedan hacer.
"Tenemos que fantasear y soñar con nuestros propios elementos de qué harías si en un futuro esto cambia. Y ahí como que le damos un poquito más de vitalidad a nuestro cerebro y podemos embarcarnos en ciertas cosas".
Pero, además, asegura el especialista, otra clave es darse tiempo y espacio. Como Mampato. Obligarse a salir de la rutina.
"Puede ser ver una serie, leer un libro, escribir algo, desarrollar algún curso nuevo que te tenga como enfocado, meterse a un curso para aprender a tocar un instrumento, jardinería, esas son cosas que uno tiene que buscar, recursos que te puedan hacer enfocarte en una tarea y salirte de la misma rutina", añade.
14 meses pasaron desde el inicio de la crisis en Chile, lo que ha afectado el ánimo.