Las delicias de "Mi dulce familia" conquistan paladares y corazones en todo el Litoral Central
Lo que partió como el esfuerzo de Fernanda Moraga Álvarez para tener un ingreso extra en su hogar se ha ido convirtiendo en un sabroso y potente emprendimiento.
Entusiasma el entusiasmo de Nicole Fernanda Moraga Álvarez, la joven repostera autodidacta de 28 años tras el perfil de "Fernanda Florencia", que se ha convertido en un referente de las tortas, pastelillos y toda clase de delicias que desde San Sebastián, en la comuna de Cartagena, han conquistado a todo el Litoral Central.
"Me llamo Nicole Fernanda, pero soy conocida por mis clientes en redes sociales como "Fernanda Florencia", nombre que junta el mío y el de mi primera hija, quien me impulsó a tomar este rumbo", cuenta Fernanda sobre el giro que tuvo su destino cuando la maternidad la forzó a dejar sus estudios de Pedagogía en Química en la Universidad Católica de Valparaíso.
De eso han pasado seis años, los mismos que tiene Florencia. Fernanda recuerda que solamente alcanzó "a estudiar tres años porque quedé embarazada y me di cuenta que no sacaba nada con congelar o postergar, si de todas maneras en un momento iba a tener que dedicarme a mi hija".
Independencia laboral
No fue un período fácil para esta tenaz emprendedora porque si bien el padre de la niña "era quien sustentaba nuestro hogar con trabajos de electricidad, yo de todas maneras estaba buscando mi independencia laboral, pero con una bebé era muy difícil salir a trabajar. Ahí decidí comenzar a trabajar desde mi casa, primero vendiendo algunas cositas que hacía en el negocio de mis papás".
El dato anterior es importante porque Fernanda es hija de Juan Moraga y María Álvarez, los propietarios del Minimarket La Familia, ubicado en la avenida Central de San Sebastián, donde la exuniversitaria comenzó vendiendo "paletas de chocolate, luego sumé alfajores artesanales, después panqueques y a veces sopaipillas. Todos los fines de semana hacía alguna cosita hasta que las ventas comenzaron a ser más seguidas porque a la gente le gustaban mis cosas", recuerda.
Un pedido inesperado
En esa etapa inicial de su emprendimiento estaba cuando un inesperado pedido de una clienta habitual cambió el rumbo de los productos que hasta ese minuto estaba vendiendo. Según cuenta Fernanda, "un día una clienta dijo que necesitaba una torta y me pidió que se la hiciera aunque yo no tenía idea de hacer un bizcocho, porque jamás he estudiado nada en repostería ni cursos, ni nada de eso, pero me dio el impulso y la confianza que necesitaba y resultó que le gustó mucho mi primera torta".
De ahí en adelante la confianza que tuvo en sí misma hizo crecer los comentarios de boca en boca y las fotografías que subió a su página de Facebook, completaron la tarea.
Esa primera clienta, relata Fernanda Moraga, "me recomendó a su hermana, su hermana a una vecina y así fue como ya llevo más de cinco años de una linda trayectoria en la repostería en San Sebastián".
Hoy el perfil de Facebook de "Fernanda Florencia" tiene "muchos clientes y ya no solo tengo pedidos de fines de semana, saco tortas en mi cocina de lunes a domingo, trabajo con agenda, la gente me recomienda mucho en mis redes sociales, llegan a buscar pedidos de todos lados".
"Mi dulce Familia"
La pandemia fue un golpe duro que este grupo familiar también tuvo que asumir pero en este caso fue una oportunidad porque el compañero de Fernanda, Silvio Pérez, dejó sus trabajos de electricidad para integrarse al negocio de la madre de sus hijas.
Claro que la joven emprendedora tiene clarito de dónde sale su garra y empeño, ya que sin dudarlo dice que "todo esto es gracias a mis padres que desde que tengo memoria los he visto trabajando de lunes a domingo; siempre esforzados buscando darnos lo mejor. De ellos heredé toda la garra, la perseverancia, las ganas de superarme y surgir cada vez más".
Fernanda nos cuenta este recorrido suyo por la autogestión justo cuando está trabajando en un local que cerca del Minimarket de sus padres le permitirá poner en una sala de ventas los productos que hace con tanto cariño y que han conquistado paladares y corazones por todo el litoral.
El local debiera estar abierto de aquí a fin de año y se llamará "Mi dulce Familia", pero esa es una historia para contar en otra oportunidad.
"Con una bebé era muy difícil salir a trabajar. Ahí decidí comenzar a trabajar desde mi casa, primero vendiendo algunas cositas que hacía en el negocio de mis papás",
Fernanda Moraga