El joven apicultor que dedica su vida a las abejas y a la naturaleza
Álex Soto creció en medio del campo. Cuando era apenas un niño comprendió la trascendencia de las abejas en el desarrollo sustentable del planeta y decidió que este oficio sería el motor de su existencia. Ahora elabora velas de miel.
Álex Soto tiene 21 años y hace apenas un mes decidió lanzar su propio emprendimiento. Se trata de Santo Apícola, donde fabrica velas de cera de abeja (velas de miel) de forma absolutamente orgánica.
Toda su vida la ha desarrollado en Santo Domingo, específicamente en la localidad rural de Las Salinas. Estudió parte de su educación básica en la Escuela Rural de El Convento, "donde tengo lindos recuerdos". Y fue en el colegio Santo Domingo Country School donde finalizó la básica y cursó parte de la enseñanza media.
Arriba de los árboles
Álex cuenta con profundo orgullo que se crió al aire libre, siempre en contacto con la naturaleza. "Mi familia me enseñó a no temer a los insectos y animales pero siempre respetando sus espacios". Y agrega: "En mi infancia pasé más arriba de los árboles que con los pies sobre la tierra. Y al tener esa libertad, de niño, pude observar, estudiar y querer a las abejas".
Recuerda que fue en el Country School donde encontró grande amigos y unos súper profesores: "Conocí a una profesora muy especial para mí que fue Miss Soledad, a quien aprecio y admiro mucho. Ella se dio cuenta de mi potencial ecológico y me empujó a seguir aprendiendo cada día más de las abejas".
Álex terminó sus estudios medios en el Internado Premilitar Subteniente Luis Cruz Martínez de Talagante, donde también recibió educación para proteger y cuidar el medio ambiente.
-¿Qué te gusta de vivir en Santo Domingo?
-Siempre he vivido en Santo Domingo y me encanta vivir aquí. Lo que más me gusta de este lugar es que en general las personas que viven en la comuna son muy preocupados por el medio ambiente y muy respetuosos con el entorno. Esta comuna me ha dado grandes oportunidades. Desde los 13 años que participo del Parque de la Ciencia y ahí he tenido la oportunidad de aprender y también de enseñar a personas de San Antonio y Santo Domingo acerca del respeto hacia las abejas y a la naturaleza.
Amor por las ABEJAS
A los ocho años de edad Álex tuvo su primera colmena y por ese entonces ya salía a capturar enjambres de abejas en el campo, cerca de su casa. Además, leía y veía videos con el único propósito de saber más sobre ellas. Este amor es heredado, ya que en su familia las abejas tienen un sitial importante.
Confiesa que "desde muy pequeño siempre admiré, estudié y me propuse enseñar la importancia de las abejas para el mundo en que vivimos. Lo hice parte de mi vida y es a lo que quiero dedicarme por siempre".
-¿Cuándo te diste cuenta que amabas la apicultura?
-Cuando entendí que sin las abejas a este mundo se le acortaría la vida completa. Cuando miro que tiran insecticidas de forma indiscriminada en los campos sin importar que las envenenan. Cuando veo que mientras más florecen los árboles y las abejas están sanas, mejor fruta tenemos. En definitiva, mientras más aprendo de ellas, más seguro me siento que la apicultura es la carrera que quiero seguir para el resto de mi vida.
Actualmente, este joven oriundo de Las Salinas estudia apicultura con el presidente de los Apicultores Orgánicos de Chile. José Antonio Guerra. "La idea es seguir avanzando en mis conocimientos y darles el trato respetuoso que se merecen nuestras abejas".
Sus estudios los complementa con el trabajo que actualmente ejerce en El Café La Laguna, del condominio Santa María del Mar. En su tiempo libre le gusta andar en bicicleta y practicar buceo tipo apnea, "aunque debido a la pandemia lo he dejado de lado".
Activista
Para este novel apicultor es urgente que en la educación escolar se enseñe acerca del cuidado del medio ambiente y las consecuencias del cambio climático. "Es necesario que desde pequeños a los niños y niñas se les instruya para respetar la naturaleza", plantea.
A su juicio, la salvación al difícil momento que vive nuestro planeta es "la educación y todos debemos seguir educando y aportando a quienes muestren un real interés. Hay que poner en práctica una cadena ecológica, donde se enseñe, se practique y se materialice el cambio".
Santo apícola
Su emprendimiento tiene como propósito que la gente conozca la importancia de consumir productos ciento por ciento orgánicos y él se enfoca en la elaboración de velas.
La principal característica de sus velas es que proporcionan un ambiente cálido y libre de toxinas. Además tienen mayor duración que una vela común "porque una vez que están encendidas, no se deforman y siempre mantienen su inigualable y delicioso aroma natural de cera de abeja y miel", explica el emprendedor.
-¿Cómo es el proceso de elaboración de las velas?
-Primero debo extraer la cera virgen de las colmenas bajo un proceso de filtrado de la cera. Después preparo bloques y láminas de cera. Con los bloques encero los pabilos y hago las velas en moldes de rosas y búhos, que es lo que estoy vendiendo actualmente. Y con las láminas realizo las velas, velones y cirios. También hago velas de otros tamaños a pedido para bautizos, desayunos sorpresas, matrimonios y spa.
-¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo con las abejas?
-Lo que más me gusta de criar abejas es que sus colonias van aumentando de forma sana y que estoy aportando un granito de arena al planeta ayudando a que no se extingan. El entorno donde viven se va poniendo más colorido, la naturaleza se va reforzando, con el simple hecho de que las abejas van polinizando.
Para él lo más difícil de su trabajo es la época de invierno, ya que hay escasez de flores y las bajas temperaturas impiden que las abejas salgan de las colmenas.
Álex comenzó vendiendo sus velas a sus amigos cercanos y posteriormente el dueño del Café La Laguna le dio la posibilidad de mostrar sus productos a los clientes que visitaban la cafetería. "Después me fui haciendo conocido por mis velas y tuve la idea de crear mi Instagram (@santoapicola) para dar a conocerme mejor".
En el futuro cercano su anhelo es seguir haciéndose conocido por sus productos orgánicos y poder vender su producción de miel, propóleos y polen, principalmente a la gente de San Antonio y Santo Domingo.
"Mi familia me enseñó a no temer a los insectos y animales pero siempre respetando sus espacios",
Álex Soto
"En mi infancia pasé más arriba de los árboles que con los pies sobre la tierra. Y al tener esa libertad, de niño, pude observar, estudiar y querer a las abejas",
Álex Soto
"Mientras más aprendo de ellas, más seguro me siento que la apicultura es la carrera que quiero seguir para el resto de mi vida",
Álex Soto