"Repatriarán" restos de sargento de la Fach fallecido en la tragedia de Juan Fernández
Eduardo Jones descansaba en Antofagasta. Su familia y amigos lo traerán de vuelta a El Tabo este sábado.
La tarde del viernes 2 de septiembre de 2011 el país se conmocionó con una noticia trágica. Un avión Casa de la Fuerza Aérea impactó con el mar cuando se acercaba a la isla Robinson Crusoe del archipiélago Juan Fernández.
La noche del 3 de septiembre las autoridades aeronáuticas declararon oficialmente que los 18 pasajeros, entre los que estaba el animador Felipe Camiroaga, y tres tripulantes estaban fallecidos producto de la violencia del impacto.
En el listado de víctimas de la tragedia de Juan Fernández estaba el sargento primero Eduardo Jones San Martín (43), nacido y criado en El Tabo.
Luego del accidente, sus amigos del balneario y camaradas de la Fach crearon la Agrupación Eduardo Jones, una instancia que busca apoyar a los estudiantes de la comuna.
Como explicó el actual presidente de la agrupación y amigo desde la infancia del malogrado aviador, Mauricio Álvarez, "desde un principio su señora, Pilar y los hijos (Natalia de 24 y Sebastián de 15), vivían en Antofagasta y por decisión institucional quedó en el mausoleo de la Fach en el cementerio General de esta ciudad, pero siempre estuvo la intención de hablar con la viuda y trasladarlo a El Tabo".
Con el tiempo la realidad de la familia del sargento Jones varió. "Esto surgió como un deseo de mucho tiempo del grupo de amigos y los cercanos, pero su familia estaba radicada en Antofagasta, se vinieron a Santiago por temas académicos. Ahora las condiciones fueron distintas y accedieron", aportó Alejandro Muñoz, hermano del "Lalo" Jones, como era conocido.
Natalia estudia Medicina y Sebastián está en segundo medio.
Gestiones
Eduardo Mella, compañero de la Fach, relató que "con Eduardo somos amigos desde que ingresamos a la escuela (de Especialidades) en 1987, de hecho el es padrino de mi hija mayor y en realidad es una amistad de muchos años. Cuando estaba con nosotros íbamos normalmente a El Tabo, compartíamos allá y después de su partida seguimos yendo, todos los septiembres y en otras fechas del año".
Agregó que "era un anhelo que teníamos de poder repatriarlo, como decimos nosotros, pero en cierta forma es así, traerlo a su tierra natal, donde pertenece. En septiembre, en la junta que hicimos surgió la idea de hacer el traslado porque su familia cercana, su esposa y sus hijos, están viviendo en Santiago y, por otra parte todos los camaradas de la Fuerza Aérea, de la misma generación, los que estaban en la institución, cumplieron 35 años de servicio en diciembre y fueron llamados a retiro, volvieron a sus lugares de origen. Eduardo estaba como solo en Antofagasta, en base a eso tuvimos la idea de hacer el traslado, estuvimos todos de acuerdo".
Como precisó Mauricio Álvarez, "la institución facilitó las cosas y en menos de un mes dieron la autorización. El traslado lo harán en un vuelo comercial. Los camaradas juntaron la plata y pagaron, ya que hay que sacarlo, trasladarlo y traerlo a El Tabo".
El esfuerzo que pusieron sus camaradas y amigos fueron fundamentales en el éxito de las gestiones. "Comenzamos el trámite, fuimos aprendiendo en el camino, con la presentación que hay que hacer en la Seremi de Salud de Antofagasta, para autorizar la exhumación, también como Eduardo está en el mausoleo de la Fuerza Aérea también elevamos una solicitud para autorizar el retiro de sus restos para el posterior traslado. Contactamos a una funeraria para que hiciera el trámite operativo, el traslado terrestre y aéreo y en definitiva Dios y Eduardo participaron con nosotros. Estos trámites generalmente llevan tres o cuatro meses y mañana (hoy) recién se cumple un mes desde que nos propusimos hacerlo", destacó Eduardo Mella.
En Antofagasta, una amiga y madrina de uno de uno de los hijos de Eduardo Jones, Lorena Cortés, también efectuó gestiones, y ella será quien acompañará los restos del sargento desde el norte hasta Santiago.
"Ha sido una bonita misión, lo hemos tomado como una misión de todos nosotros, la familia y los amigos, de la agrupación de amigos, del club deportivo El Tabo, todos aunaron energías y se transformó esto en un acontecimiento bien bonito para todos", aseveró Mella.
"Imaginarse lo que será el sábado el cortejo y la llegada a El Tabo emociona, no sabemos cómo será el momento, pero estamos seguros que es lo que se merece Eduardo por la calidad de personas que era, en todo sentido como amigo, papá, esposo, sobrino, primo, en realidad era un ser de luz. Cualquier homenaje y esfuerzo de nuestra parte será insuficiente", sentenció el camarada.
"Era un anhelo que teníamos de poder repatriarlo, como decimos nosotros, pero en cierta forma es así, traerlo a su tierra natal, donde pertenece",
Eduardo Mella.