El sanantonino que quiere dejar huellas en la historia del atletismo
Salvador Plaza Patiño actualmente entrena a nuevas generaciones de velocistas, por lo que recalca la necesidad urgente de contar con la pista atlética del estadio Municipal.
Salvador Plaza Patiño no se conforma con haber tenido importantes logros en su vida como deportista y ser padre de una destacada atleta, sino que además se ha empeñado en seguir formando nuevas generaciones de corredores, con el objetivo que se instalen en los primeros lugares del pódium en cada competencia.
El entrenador sanantonino sabe que no basta sólo con tener talento, es por esto que exige una vez más, como lo ha hecho en reiteradas ocasiones, que se permita el uso al menos parcial del estadio Municipal Olegario Henríquez, por la falta que les hace para entrenar en una pista atlética a los deportistas de la zona.
Plaza recuerda que uno de los pasatiempos favoritos que tenía siendo niño era correr, en la calle, en su casa, donde estuviera, por eso sostiene que haber sido campeón en distintas categorías y seleccionado nacional en atletismo no es una casualidad.
Una meta pendiente es ver el nuevo estadio Municipal con las puertas abiertas. Un anhelo en común que comparte con su esposa Liliana Cancino, la reconocida activista, gestora deportiva, ambiental y vocera de la Mesa Ciudadana por la Defensa del Estadio, que ha liderado la exigencia a las autoridades para la pronta apertura del recinto deportivo, a través de múltiples gestiones que hasta el momento no han tenido una respuesta positiva.
-Salvador, ¿en qué momento se dio cuenta que lo suyo era el atletismo?
-Cuando era niño me gustaba correr. Corría en el patio de mi casa, no es que me haya motivado en el colegio, es algo de siempre. Creo que cuando inicias a un niño como atleta si le gusta correr ya tienes el 50% ganado, porque ese es el espíritu, no que vaya obligado. En mi familia nadie era corredor, fue algo que a mí me gustaba hacer, lo disfrutaba y me sigue fascinando porque aún sigo entrenando.
-¿Cuándo inició su carrera deportiva?
-Yo comencé en el año 81 u 82 cuando llegué a los Juegos Escolares, los antiguos juegos de "El Mercurio" como se llamaban en ese tiempo. Ahí comencé mi carrera como atleta. Iba en octavo básico en la escuela de Lo Gallardo. Después seguí pasando etapas, llegando a la categoría juvenil donde fui campeón nacional en dos temporadas a los 19 y 20 años.
-¿Cómo continuó ya siendo adulto?
-Luego de eso entré a trabajar a Coresa, donde estuve 20 años y ahí hice un receso en el atletismo y me perdí ocho años por el tema del trabajo, los turnos y la falta de tiempo. Cuando retomé y volví en el 2006, no paré durante diez años entrenando muy duro, dentro de esos diez años logré ser el mejor chileno adulto. Ahí fui seleccionado nacional seis veces. Fui a sudamericanos en Brasil, Argentina y estuvimos clasificados a un Mundial, pero por una falta de la Fedachi (Federación de Atletismo de Chile) no pudimos ir, pero mi gran objetivo fue ser el mejor de Chile en adulto, algo que era muy difícil porque éramos 20 atletas de alto nivel y no era fácil estar entre los primeros. Yo estuve dentro de los dos mejores del país y eso me dio la oportunidad de ser seleccionado.
-En medio de ese receso, ¿qué lo hizo retomar el deporte?
-El no estar en forma físicamente me hizo volver. Me invitaron a jugar a la pelota y no fui capaz, me cansé altiro (ríe). Ahí dije, el lunes vuelvo a entrenar y lo hice durante diez años sin parar.
-¿Dónde entrenaba en esos años?
-En el estadio antiguo, porque era viejo pero nos acogía a todos. Hoy en día tenemos un estadio de lujo pero no acoge a nadie. Entrené toda mi vida ahí. Unas lesiones me impidieron ser atleta de alto rendimiento, sin embargo, hasta el día de hoy sigo ligado al atletismo.
-¿Hay algún hecho que haya marcado su carrera como atleta?
-Cuando fui campeón nacional de media maratón, donde tuve el récord chileno por 21 años. Eso marcó emociones, el ser por primera vez seleccionado chileno. El otro momento que recuerdo fue en Puerto Aysén, donde viajé en cuatro oportunidades. La primera fui como seleccionado nacional a una corrida de Puerto Chacabuco a Puerto Aysén. Allá conocí a una familia que estaba a cargo de todo el deporte y fue maravilloso. Me invitaron cinco años seguidos después.
NUEVos ATLETAS
Los importantes logros que han conseguidos las hermanas Lisette y Leslie Ureta, pupilas de Salvador Plaza, lo llenan de optimismo para seguir buscando nuevas victorias en el deporte que es parte de su vida.
-¿Por qué ha decidido seguir entrenando y formando nuevos atletas?
-Eso es mi vida, entregarle mi experiencia a niños que les guste correr. Creo que el hecho de que tenga estos niños que no sabían nada del atletismo y hoy estén entre los mejores a nivel nacional, es porque se ha hecho un buen trabajo. Estoy muy contento con Lissette Ureta que es U20, Leslie Ureta U18 y Luciana que es la más chica. Están entrenando todos los días y eso es porque les gusta, ya que el esfuerzo es bastante. Lisette ha sido campeona de Chile en todas las categorías, sub 14, sub 15, sub 18 y sub 20.
-¿Les juega en contra a la hora de competir no disponer de una pista atlética?
-Obvio, porque otros deportistas cuentan con el piso como lo llamamos, de que es la pista. Ellos ya tienen en su organismo la sensación que debe tener el deportista con la pista de recortán y nuestros atletas llegan a tenerla recién a la hora de la competencia, por lo tanto es harta la diferencia. Si logran algo es porque tienen un tremendo potencial.
-¿A qué edad es conveniente que los niños partan en el atletismo?
-Siempre he dicho que "la micro" del deporte pasa entre los 12 y los 13 años. Pasa que a veces los niños tienen talento para todo, para el fútbol, ciclismo, atletismo u otras disciplinas, pero hay que tomar una micro que lo lleva al éxito. Para ser un atleta es buena edad desde los 12 años. Ahora hay que diferenciar si el objetivo es sólo que aprenda un deporte o partir una carrera como deportista.
-¿Cuesta atraer a los niños al deporte debido a la tecnología?
-Cuesta más que antes porque ahora el celular y el computador no los motivan a moverse, pueden estar horas en la pieza o en la casa, entonces cuesta que se interesen. Antes eso no pasaba porque nosotros llegábamos del colegio a jugar a la pelota o con los amigos. Además, no tener dónde hacer una escuelita de atletismo menos los motiva.
-¿Hay apoyo en San Antonio para los deportistas?
-Los últimos dos años ha decaído mucho el apoyo al deporte en San Antonio. No hace mucho vi una entrevista a representantes de un club de rayuela que fueron a un nacional y no les aportaron nada. Con mucho respeto lo digo, pero no veo aportes para atletas de alto rendimiento, porque no podemos comparar a un atleta o tenista que representa a San Antonio o a Chile con alguien que juegue por su población.
-¿Qué siente cuando pasa por afuera del estadio y lo ve cerrado?
-Angustia, rabia e impotencia de que lo tengan secuestrado personas que no son de San Antonio y que no les interesa ni un punto el deporte porque ahí está botado el estadio. Yo paso todos los días por ahí y no veo a nadie trabajando. Eso se lo he dicho al seremi de Deportes y a la misma autoridad local, pero son oídos sordos. La pista está para utilizarse. En mayo la Quinta Región tiene los Juegos Binacionales donde vienen cuatro regiones de Argentina, más cuatro de Chile. Hay una sola pista en la Quinta Región que es la de Playa Ancha, más la de San Antonio, pero no hay voluntad para que se pueda utilizar. Tenemos tantos colegios alrededor del estadio y no lo pueden ocupar. Es una pena por los niños.
-¿Hay talento deportivo en San Antonio?
-Por supuesto, hay talento en los colegios, ahí podemos encontrar buenos talentos. Las niñas Ureta las descubrí cuando estaban haciendo un trote afuera de su colegio. El estilo de correr no era el mismo de otros niños, me acerqué y les pregunté si les gustaba el atletismo. Ahoya ya llevamos siete años entrenando y son campeonas de Chile, las mejores. Hay talentos, pero debemos tenerles los lugares adecuados para que entrenen.
Salvador cuenta con orgullo que la semana pasada sus pupilas participaron en el Nacional de Atletismo Cross Country en Loncoche, "donde Lissette Ureta sacó el segundo lugar en la categoría U20 y Leslie Ureta se quedó con el tercer lugar en U18. Fueron las únicas dos medallas para la Quinta Región. Esto nos motiva a seguir trabajando y pensando en los Juegos Binacionales que serán en mayo. La última semana de marzo deberían estar seleccionados los atletas de la región y esperamos que estén Lissette y Leslie.
-¿Cómo es para usted que su hija Liliana destaque en el atletismo?
-Ella nació y vio un papá deportista que entrenaba todos los días, entonces eso ya la hizo tener otro estilo de vida. Después en el periodo de colegio jugó básquetbol, a veces iba a entrenar y lo hacía sola. Fue un día a correr, le dijeron que tenía condiciones para ser velocista y empezó a ir al estadio. Desde ahí empezó a enganchar con el atletismo y a dejar el básquetbol. Así logró ser campeona de Chile, campeona universitaria, ir a sudamericanos y eso es importante. Me siento orgulloso de que la niña haga el deporte que tanto me apasiona, lo lleva en la sangre. Lo más importante es que sea feliz, que el deporte la haga sentir bien y lo pase bien.
-¿Qué sueño quisiera cumplir?
-Que abrieran el estadio para los niños, para los colegios, para que juegue el SAU y no se muera ningún viejo más esperando ir al estadio, pero a estas autoridades no se les ablanda el corazón porque no son de acá, no tiene arraigo con San Antonio y se nota. Ese es mi sueño, que ningún viejito se siga muriendo sin poder estar en el estadio, que no tengan que seguir mirándolo vacío desde afuera, viendo cómo cada día se deteriora más. No es justo. El estadio es parte de San Antonio, es de la ciudadanía.
"En mi familia nadie era corredor, fue algo que a mí me gustaba hacer, lo disfrutaba y me sigue fascinando porque aún sigo entrenando",
Salvador Plaza
"Ese es mi sueño, que ningún viejito se siga muriendo sin poder estar en el estadio, que no tengan que seguir mirándolo vacío desde afuera".